Los emprendedores inmobiliarios tucumanos Pablo Lamelas y Marcos Chaumont, hicieron público el problema que afrontan desde hace cinco meses debido a una serie de actos de vandalismo que tienen como objetivo los carteles publicitarios con los que promocionan su empresa, instalados en diferentes sectores de Yerba Buena.
Para tratar de frenar lo que describieron como un perjuicio millonario para su negocio, decidieron ofrecer una recompensa de $ 2.5 millones para la o las personas que proporcioneen datos concretos y verídicos que lleven a la identificación de los responsables de la rotura de los letreros.
Según detalló el abogado Agustín Monteros, los ataques a los carteles comenzaron en agosto de 2023 y hasta el momento estimaron entre 20 y 25 actos de vandalismo, lo que se tradujo en un daño cuya estimación se mide en millones de pesos.
“Al principio creíamos que podía ser el viento y la lluvia los que hacían volar las lonas que estaban en la avenida Perón, pero luego nos dimos cuenta que los carteles desaparecían y si la lluvia y el viento eran los causantes tendrían que haber estado tirados en algún lado”, aseguró Marcos Chaumont.
Monteros agregó que al comienzo eran sucesos esporádicos, pero con el correr del tiempo comenzaron a registrarse con mayor asiduidad. “El último cartel que vandalizaron, que ocurrió la semana pasada, fue en una circunstancia más peligrosa porque entraron a un domicilio, donde había gente viviendo y que tenía su casa a la venta, y prendieron fuego el cartel. Fue un hecho muy peligroso porque no solo se puso en riesgo la integridad del inmueble sino que podría haberle sucedido algo a los habitantes del lugar”, remarcó el profesional.
La empresa inmobiliaria fue fundada hace 10 años, pero recién en 2023 abrieron una sucursal en Yerba Buena. Hasta ese momento no habían tenido problemas en cuanto a su publicidad, por lo que suponen que quien está detrás de los actos vandálicos, podría ser alguien que no quiere que la empresa avance en el municipio.
“Esto se trataría de la obra de algún otro inmobiliario de la zona que no quiere que operen allí o que pongan ese tipo de carteles porque son muy llamativos, sería una competencia desleal”, aventuró Monteros.
El representante legal de los agentes inmobiliarios agrergó que hay una denuncia radicada en la Unidad Fiscal de Decisión Temprana y que solicitaron que se oficie al municipio para acceder a los videos registrados por las cámaras de seguridad y poder ver si identifican al autor material. “No tenemos dudas de que hay un autor intelectual y un autor material. Seguramente no es el corredor inmobiliario el que va, entra, rompe y quema los carteles, sino que, quienes lo hacen, son mandados por alguien”, aseveró.
Los empresarios estiman que con el daño de los carteles perdieron entre $ 11 y $ 13 millones. Además dijeron que por el momento optaron no reponer los anuncios atacados para evitar daños mayores. “Estamos perdiendo mucho dinero, tengo varios propietarios que nos piden que pongamos los carteles en Yerba Buena pero no lo queremos hacer porque los rompen y, además de ser una pérdida de dinero, no queremos poner en riesgo una vivienda o a la gente que viva allí; no queremos que esto pase a daños mayores”, aclaró Marcos.
Una decisión de este tipo en ese rubro seguramente afectará sus negocios: “Cuando se sacan los carteles, la gente pasa y no sabe si la propiedad está en venta porque no ven el anuncio y eso puede afectar a las ventas. Seguimos haciendo publicidad en las redes, pero no es lo mismo que tener un cartel”.
En agosto, luego de las primeras destrucciones de carteles, Lamelas y Chaumont denunciaron la situación ante el Colegio de Corredores y al notar que las vandalizaciones no cesaban solicitaron ayuda a la Intendencia de Yerba Buena. Al no obtener respuestas de ningún lado, decidieron afrontar los gastos, pagar una investigación privada y ofrecieron una recompensa de $ 2.5 millones para quien pudiera ofrecerles datos certeros sobre el autor de los daños.
“Es un pedido desesperado porque quieren respuestas y lamentablemente no pudieron encontrar una solución por parte de las personas que se tienen que hacer cargo de este tipo de hechos y colaborar. La recompensa también se la ofreció para que alguien que creeríamos que podría haber llevado a cabo un acto de este tipo se quiebre y diga quién lo mandó a hacer el daño y así poder denunciarlo”, explicó Monteros.
“No queremos culpar a nadie, pero hay alguien que los manda, porque no hay razón para que te vayan a prender fuego un cartel, esto ya es contra nosotros. Jamás tuvimos inconvenientes con algún cliente. Cada vez que tuvimos algún error nos hicimos cargo y lo solucionamos; nos cuidamos hasta el último detalle porque no queremos manchar nuestro nombre. Queremos hacer ruido y que la persona detrás de esto tome conciencia y no lo haga más”, concluyó Marcos.