“En las PASO se juega el futuro económico de la Argentina”. Bajo ese título, el ex ministro Domingo Felipe Cavallo pronosticó la marcha de la economía según quién se imponga en las Primarias del próximo 11 de agosto.
Básicamente, en la última entrada de su blog personal, vaticinó un clima de tranquilidad, con movimientos leves del dólar en caso de una victoria del presidente Mauricio Macri. En cambio, anunció una corrida cambiaria si quien triunfa es el candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández.
“Si de la interpretación del resultado de las PASO aumenta la probabilidad de un triunfo de la fórmula Mauricio Macri-Miguel Ángel Pichetto, es probable que la inflación se mantenga en el entorno del 2% mensual yla lenta reactivación de la economía continúe, con el precio del dólar moviéndose desde 45 a 50 pesos en lo que resta del año”, precisó.
Como contrapunto, añadió: “Si el resultado de las PASO insinúa un posible triunfo del Kirchnerismo en las generales, es posible que se produzca una corrida cambiaria antes de las elecciones de octubre, lo que acentuará las posibilidades de triunfo para la fórmula Alberto Fernández-Cristina Kirchner”.
Para el ex ministro de Economía, “si triunfa el kirchnerismo, se haya producido o no antes la corrida cambiaria y explosión inflacionaria, el precio del dólar trepará todo lo necesario para producir una licuación de las deudas en pesos del sector público y del sector privado. Para que la licuación alcance a las LETEs y a los depósitos en dólares es probable que se decrete una pesificación compulsiva de los contratos en dólares suscriptos bajo ley argentina”.
“El nuevo gobierno tratará de que la gente interprete que la explosión devaluatoria e inflacionaria, con su consecuente efecto de deterioro del ingreso real de trabajadores y jubilados, es responsabilidad del gobierno anterior que endeudó al sector público”, aseguró.
Según Cavallo, “los estrategas económicos del kirchnerismo piensan que luego de esta explosión devaluatoria e inflacionaria, será posible implementar un plan de estabilización y crecimiento como el que aplicó Lavagna a partir del segundo semestre de 2002”.
“Se utilizarán controles de precios, controles cambiarios, congelamiento de tarifas y restricciones cuantitativas tanto a las importaciones como a las exportaciones, procurando, a la vez, detener el traslado a precios de la devaluación inicial y controlar el ritmo subsecuente de devaluación”, dijo.
Sin embargo, aclaró que “las substanciales diferencias entre la situación de la economía a principios de 2020 con la que existía a principios de 2002, permiten anticipar que la reiteración de las políticas aplicadas entonces, en las actuales circunstancias, llevarán rápidamente a la hiperinflación”.
Por otra parte, el ex ministro afirmó que si Macri es reelecto,”se abren para 2020 posibilidades de crecimiento con continuidad del proceso de desinflación. Pero si no se introducen cambios significativos en el régimen monetario y no se pone mucho empeño en eliminar el sesgo anti exportador de la economía, no puede esperarse un crecimiento superior al 1% y una inflación por debajo del 25% anual. En este caso, será muy difícil que el gobierno logre apoyo popular y político para las complejas reformas previsional y laboral que el FMI considera imprescindibles para mantener su programa”.
Por ello, siempre en caso de ganar las elecciones, le recomendó al Presidente “llevar a cabo una buena reforma del régimen monetario y cambiario, en la dirección del sistema bimonetario de Perú (o la dolarización completa de la economía) y, al mismo tiempo, elimine de cuajo el sesgo anti exportador de la economía, aún con un cierto relajamiento de las metas fiscales”.
“En este caso, el crecimiento puede llegar a ser del 3% y la inflación del orden del 18%, resultados que darían al gobierno apoyo popular y político como para aprobar las tres reformas, la previsional, la laboral y la del Estado, que son imprescindibles para transformar a la estabilidad y al crecimiento en fenómenos permanentes”, cerró.