La Unión Europea reaccionará al ataque de Rusia contra Ucrania -el primero de una potencia nuclear contra un país vecino y la primera guerra de agresión en Europa desde la Segunda Guerra Mundial- aprobando el mayor y más contundente paquete de sanciones de su historia.
Los dirigentes europeos, que se reunirán este jueves por la noche de urgencia en Bruselas, intentarán atacar los cimientos de la economía rusa como respuesta al ataque y la invasión rusa de Ucrania.
La cumbre, cuentan fuentes comunitarias, bloqueará definitivamente el acceso de la banca rusa al mercado de capitales europeos, ampliará la lista de personas sancionadas y prohibirá la exportación a Rusia de productos de alta tecnología que la economía rusa no produce, sobre todo los relacionados con las actividades energéticas, militares y aeroespaciales.
También habrá, explicaron esas fuentes, medidas para limitar los visados a los ciudadanos rusos suspendiendo el acuerdo actual que los facilita.
No está previsto, salvo modificación de última hora, expulsar a la banca rusa del sistema de transferencias Swift (es una empresa privada con sede al sur de Bruselas) porque varios gobiernos, con el alemán y el italiano a la cabeza, frenaron esa opción. Italia es, según esas mismas fuentes, el país que estaría poniendo más pegas a las sanciones.
Golpe a la economía rusa
La presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen dijo este jueves que el objetivo de las sanciones será “acabar con el crecimiento de Rusia, incrementar sus costos de financiación, aumentar la inflación e intensificar la salida de capitales”.
Las tasas de interés del Banco de Rusia están al 9,5% y su inflación al 8,8%. Polonia pidió que se invitara a la cumbre al presidente ucraniano Volodimyr Zelensky, pero su viaje no se ha podido confirmar por motivos logísticos y de seguridad.
Mientras los embajadores preparaban el paquete de sanciones, la OTAN convocó a sus embajadores y activó el NED, siglas que explican que a partir de ahora el mando militar puede activar los planes de defensa para todo el flanco oriental europeo.
La Alianza Atlántica también activó este jueves el artículo 4º de su tratado a petición de Polonia, Estonia, Letonia y Lituania. Es el que se invoca cuando uno o varios Estados miembros se sienten amenazados.
Su secretario general, el noruego Jens Stoltenberg, dijo que la OTAN ni tiene ni tendrá tropas en Ucrania (que no es Estado miembro de la Alianza) pero que sí reforzará a sus vecinos.
El dirigente dijo: “Habrá una nueva realidad. Habrá una nueva Europa después de la invasión que hemos visto hoy”. Y no va a ser mejor. El francés Emmanuel Macron, desde París, decía que el ataque “es un punto de inflexión en la historia de Europa” que “tendrá consecuencias a largo plazo, profundas, en nuestras vidas y en la geopolítica de nuestro continente”.
Mientras hablaban en Bruselas y París, a pocos kilómetros de Kiev helicópteros rusos lanzaban un asalto aéreo que se hacía con el principal aeropuerto militar de la capital ucraniana y según Kiev, sus tropas intentaban evitar la captura de la central nuclear de Chernobyl.
La Comisión Europea prometió el miércoles que los países del flanco oriental tendrán toda la ayuda que necesiten para hacer frente a la avalancha de decenas de miles de refugiados que ya empezaron a llegar a sus fronteras.
Polonia, Eslovaquia, Hungría y Rumania están en primera fila. Úrsula Von der Leyen, dijo este mediodía en Bruselas: “Esperamos que haya la menor cantidad de refugiados posible (porque no sea necesario huir) pero son bienvenidos”.
Los 27 habían firmado poco después del mediodía un comunicado conjunto en el que condenaban “en los términos más duros posibles la agresión militar sin precedentes de Rusia contra Ucrania”.
El comunicado aseguraba que “con estas acciones militares injustificadas y no provocadas Rusia está violando groseramente el Derecho Internacional y minando la seguridad y la estabilidad europea y mundial”. También condenaron la participación de Bielorrusia en la agresión.
La doctrina Putin
Russia Today, un medio público al servicio del Kremlin, publicó el miércoles una columna de Sergey Karaganov, miembro honorario del Consejo Ruso de Política Exterior y de Defensa, un think tank de Moscú.
En ella resume la doctrina de la Rusia de Putin: “Tenemos que aprovechar la debilidad actual de Occidente para recuperar los países que no tienen verdadera naturaleza independiente, que están manipulados por Occidente y reconstruir Rusia como una gran potencia euroasiática”.
Fabian Zuleeg, director del European Policy Centre, decía este jueves por la mañana que la Unión Europea y sus gobiernos se encuentran “en un momento decisivo” en el que se juegan “la supervivencia de las democracias liberales e independientes en Europa, que puedan y tengan el deseo de oponerse a los agresores geopolíticos”.
Bruselas, especial
CB