Mateo Figueredo tiene 17 años, mide 1,50 m. y pesa apenas 35 kilos. El adolescente oriundo de Formosa padece fibrosis quística y su condición es grave.
En medio de la desesperación y mientras permanece internado en el Hospital provincial de Alta Complejidad Juan Domingo Perón, el joven le escribió una carta de puño y letra al presidente Alberto Fernández para rogarle que interceda por su caso.
Al igual que como ocurre con la joven cordobesa Sabrina Monteverde, la única medicación que puede mejorar la calidad de vida de Mateo es el Trikafta, un remedio que sólo se produce en Estados Unidos y tiene un altísimo costo en dólares.
El joven formoseño está en lucha judicial porque su obra social del programa nacional Incluir Salud y el gobierno de su provincia le rechazaron el pedido para poder solventar la medicación. La principal contradicción entre la nueva “Ley de Protección Integral para las personas con Fibrosis Quística” y el Trikafta es que, al tratarse de un tratamiento que aún no está aprobado en todo el mundo y es exclusivo de EE.UU., para importarlo se necesita autorización de la justicia y aprobación para cada caso particular.
La cordobesa Sabrina Monteverde lo consiguió y le contó cómo cambió su vida gracias a estas pastillas. Sin embargo, pocos días atrás volvió a tener inconvenientes para conseguirlo, aunque tras la nueva difusión de su caso en los medios logró que se lo vuelvan a reponer.
Quiere vivir
A Mateo le detectaron fibrosis quística a los 6 meses y su salud se deteriora diariamente. El adolescente está desesperado porque su estado actual es grave y sabe que el Trikafta le pueden dar una mejoría notoria.
“Señor presidente, por favor: necesito las pastillas hoy, ya. La verdad es que me estoy deteriorando más cada día. De corazón se lo pido, por favor. Esto no tiene espera y avanza cada día”, le dijo en comunicación virtual a Noticiero Doce.
“¡Usted dijo que la salud es prioridad! No me deje morir en una cama de hospital”
“La Justicia de Formosa rechazó mi pedido y ahora estoy desprotegido y abandonado. ¡Usted dijo que la salud es prioridad! No me deje morir en una cama de hospital, ya no quiero sentir dolor. Quiero poder tener una vida normal como cualquier chico de mi edad”, puso el joven en la carta que fue dirigida a Alberto Fernández.