“Humildemente le pido, no compre mensajes ideologizados”. Ese fue el mensaje del vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Gabriel De Raedemaeker, al presidente Alberto Fernández luego que en la Quinta de Olivos anunciara ayer la promulgación de la Ley de Educación Ambiental Integral (EAI).
Ayer, el jefe de Estado, acompañado por ministros, funcionarios y militantes de organizaciones ambientales, señaló que “el desarrollo fue cada día más desatendiendo el ambiente en el que vivimos, la tierra que cultivamos, el aire que respiramos, el agua que disfrutamos. Todo fue pasando como a un segundo plano en procura de un desarrollo que hacía cada vez menos vivible el planeta”.
En otro tramo, se refirió a los fitosanitarios para controlar plagas y enfermedades en los cultivos como “agrotóxicos”, lo que generó el enojo del sector. “Aquello que cultivamos sin agregar agrotóxicos para preservar esa contaminación y hacer una producción alimentaria ambientalmente más valiosa hace también a la salud nuestra”, dijo el jefe de Estado.
A través de las redes sociales, el vicepresidente de CRA le contestó que “los fitosanitarios no son agrotóxicos, sino que están cuidadosamente elaborados, fraccionados, transportados y aplicados, aprobados por Senasa, que es un organismo del e Estado y esenciales para producción de alimentos”.
El dirigente ruralista indicó que usar ese término es una provocación al sector productivo, en un momento de tensión del Gobierno con el campo por el cierre a las exportaciones de carne vacuna.
“Tildar de no saludable a la producción agropecuaria es una exageración y un desconocimiento total de cómo se trabaja en el campo. Es un desacierto sobre todo en este momento que livianamente se hable de esa manera”, dijo.
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“Ofende y preocupa al sector que al Presidente no le llegue a su mesa de trabajo información objetiva y que con esos datos distorsionados a la vez condicionan su toma de decisiones”, agregó.
Para De Raedemaeker, se busca afectar la opinión de la sociedad sobre el campo “con apreciaciones negativas sobre la producción agropecuaria”.
“Es desconocer el proceso técnico que hay detrás de la fabricación y aplicación de los fitosanitarios, sumado al control de los organismos estatales. Es decirle a los productores ustedes hacen todo mal. Quiere minar todavía más en la opinión pública sobre el campo”, remarcó.
Por su parte, Horacio Salaverri, presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), señaló que a los fitosanitarios se los debe llamar como técnicamente se denominan.
“No se puede argumentar que quienes utilizan esos productos estén afectando la salud humana. El Presidente debería ser más cuidadoso en estos momentos donde la palabra salud tiene una carga de sensibilidad muy grande en la sociedad”, dijo.
“Estos conceptos no le hacen nada bien a las relaciones que debe tener el Gobierno con los distintos sectores productivos. No acercan a un canal de diálogo, más bien lo alejan”, añadió el presidente de Carbap.
También se refirió al tema Carlos Garetto, expresidente de Coninagro. “Los fitosanitarios no son agrotóxicos, son medicamentos para el cuidado de las plantas de producción de alimentos, que utilizados con buenas prácticas, al igual que los medicamentos de las personas, resultan beneficiosos”, dijo.
