El pasado 13 de diciembre, la intendenta de San Miguel de Tucumán, Rossana Chahla, envió al Concejo Deliberante el proyecto para declarar la Emergencia Ambiental y Sanitaria en la Capital tucumana. Sin embargo, ni el calor sofocante del fin de semana o los destrozos que causó un fenómeno ambiental en Bahía Blanca este fin de semana conmovieron a los concejales tucumanos.
Y es que por unanimidad resolvieron cajonearlo hasta marzo porque “hay que estudiarlo en profundidad”. Tras encontrarse con más de 400 basurales que le dejó la gestión de Germán Alfaro en la Capital, Chahla propuso al Concejo declarar la emergencia ambiental para poder poner en marcha “un plan rector que va a generar cambios de impacto a corto, mediano y largo plazo”.
En el cual “son cuatro los ejes ordenadores: la planificación urbana, el medio ambiente, la movilidad y el abordaje socio-comunitario, atravesados por la innovación tecnológica y la comunicación de las políticas públicas a todos los ciudadanos”. El proyecto del oficialismo municipal contempla a través de la declaración de la emergencia por un año que se arbitren los medios institucionales necesarios para la correcta gestión de los residuos.
Que se reasignen partidas presupuestarias y que se efectúen -de ser necesario- contrataciones directas para atender las necesidades. Sin embargo, los concejales respondieron a través de La Gaceta que al proyecto que envió Chahla “hay que estudiarlo en profundidad” por lo que es mismo no será tratado en el período de sesiones ordinarias -que extendieron hasta mañana- y podría ser tratado recién cuando vuelva a abrir el período de sesiones ordinarias, el 1 de marzo de 2024.
“En un principio -cuentan los concejales- se habría considerado convocar a una última sesión mañana para tratar la cuestión, pero reconocieron que el tema implica generar un extenso marco de discusión”, se justificaron los ediles en el mencionado diario. Allí se relató que el proyecto será estudiado por la comisión de Salud, Medio Ambiente, Peticiones y finalmente en Hacienda.
Los concejales de la Capital podrían verse obligados a analizar el proyecto si la intendenta Chahla resuelve convocar al cuerpo a sesiones extraordinarias, luego de que el Concejo en su conjunto y de forma unánime resolvió así que no era urgente el tratamiento de la emergencia ambiental y el proyecto volvería a ser tratado en marzo. Desde 9 de Julio y Lavalle recordaron que el mismo día que Chahla presentó el proyecto, comenzó a regir la última suba del boleto de colectivos.
Donde no se toman el tiempo para estudiar en profundidad los pedidos de aumentos de los empresarios. La semana pasada, el mínimo pasó de $120 a $230, lo que implica una suba del 91,6% y un aumento anual del 170%. Hasta agosto, el precio era de $84. A continuación, la lista de los concejales -de todos los espacios- que no tiene apuro para analizar el proyecto de Emergencia Ambiental:
Oficialistas: Fernando Juri; Hugo Andina; Gonzalo Carrillo Leito; María Elena Cortalezzi; José María Franco; Ernesto Nagle; Facundo Vargas Aignasse; Emiliano Vargas Aignasse.
Radicales: Leandro Argañaraz; José María Canelada; Gustavo Cobos; Federico Romano Norri.
Alfaristas; Juan Carlos Ale; Carlos Arnedo; Ana María González.
Bussistas: Ramiro Ortega, Alfredo Terán de Zavalía.
Libres del Sur: Eduardo Gastón Gómez.
Lo cierto es que desde que quedó conformado el nuevo Concejo, se aprobó la designación del contador municipal (luego de que Germán Alfaro gobernó dos años sin un funcionario designado en ese cargo), se aprobaron las subas del boleto de colectivos y taxis y también se promovieron importantes proyectos como la colocación de una placa en homenaje al expresidente Raúl Ricardo Alfonsín por el Día de la Restauración de la Democracia, o el proyecto del concejal Emiliano Vargas Aignasse para la promoción del achilata.
En diálogo con la prensa, la intendenta Rossana Chahla explicó que “la emergencia sanitaria significa autorizar al Departamento Ejecutivo para arbitrar todos los medios necesarios para una correcta disposición de los residuos sólidos urbanos; designar partidas presupuestarias, no contempladas en el presupuesto anterior, para invertir en todo lo que es el cambio climático; y formar una comisión ad hoc en el Concejo Deliberante para que se le pueda hacer un seguimiento a esta emergencia”.
“Hicimos una gestión de los basurales para prevenir ciertas enfermedades, hemos retirado en algunos casos hasta 40 toneladas de basura, pero tenemos que elaborar estrategias que se cumplan y que se puedan multar en caso de no cumplirse”, enfatizó para graficar la urgencia para declarar la emergencia ambiental en la Capital tucumana. “En vez de estar levantando basurales, deberíamos estar haciendo más plazas o creando espacios verdes con esos recursos”, remarcó.
Y adelantó que buscarán la creación de la Fiscalía Municipal Ambiental, para que “controle exclusivamente los delitos ambientales”. Es por ello que cabe preguntarse entonces: ¿Por qué para el tema transporte, tan sensible socialmente, no se tomaron el tiempo para estudiar en profundidad? ¿Por qué para un tema tan sensible como la cuenta de inversión, los fondos públicos de los capitalinos, no se tomaron el tiempo para analizar en profundidad?
Lo cierto es que da toda la impresión de que existiría la intención de determinados sectores de disciplinar a la flamante intendenta Rossana Chahla, de condicionar una administración que ha comenzado de la mejor manera y que sólo exhibe resultados enormes en apenas algunas semanas desde que arribó a esa tierra arrasada que es San Miguel de Tucumán luego de la pésima gestión de Germán Alfaro.
