Mauricio Macri toma las riendas de Pro, se encamina a ser el próximo presidente nacional de la fuerza y apura las conversaciones para avanzar en la definición de la estructura partidaria, que incluirá la designación de dirigentes de su confianza en cargos clave de la ciudad y la provincia de Buenos Aires. En paralelo, enfría el avance del posible entendimiento con el Gobierno y reconsidera sus próximos pasos.
Después de su estadía vacacional en Villa la Angostura, el exmandatario congregó esta tarde en sus oficinas de Vicente López, en Libertador al 2700, a los dirigentes Pro de su máxima confianza, que lo respaldaron en su intención de conducir el partido que fundó a principios del 2000.
Por allí desfilaron Cristian Ritondo, jefe del bloque Pro en Diputados; Jorge Macri, jefe de Gobierno porteño; Soledad Acuña, exministra de Educación de la Ciudad; Guillermo Montenegro, intendente de General Pueyrredón; el diputado bonaerense Diego Santilli; el jefe de Gabinete de la administración porteña, Néstor Grindetti; y Fernando De Andreis, mano derecha de Macri y exsecretario general de Presidencia durante su gobierno.
En esta primera cumbre, cerca del mediodía, los referentes amarillos dialogaron sobre el futuro del partido y la renovación de autoridades “con Mauricio como líder de consenso de este nuevo proceso”, indicó a LA NACION un dirigente que participó del encuentro. Según pudo saber este medio, hay acuerdo para que Jorge Macri acompañe a su primo en el rol de presidente de Pro en la Capital Federal, así como para que Ritondo sea el líder partidario en la provincia de Buenos Aires.
Más tarde, el exmandatario se congregó de manera individual con la exgobernadora bonaerense María Eugenia Vidal, con quien conversó sobre su rol en el partido. La diputada nacional, cada vez más protagonista en la Cámara baja, pretende tener un lugar de relevancia y se ve como vicepresidenta 1°. No obstante, todavía se están definiendo las segundas líneas de los cargos partidarios y también se tendrá que hacer un poroteo con los dirigentes cercanos a Patricia Bullrich -presidenta Pro en uso de licencia-, quien también exige protagonismo.
Con el foco puesto en “fortalecer el espacio”, darle “nitidez identitaria” y en abrir el juego a las “nuevas figuras de Pro”, la mesa chica que acompañó a Macri este mediodía le pone paños fríos a la posible convergencia con La Libertad Avanza y repiten que cualquier entendimiento “va a ser lento”. Por lo bajo, subrayan: “No queremos regalar Pro”.
“Va a ir de menos a más”, resumió un dirigente provincial que responde directamente al exmandatario. Citó como ejemplo a quien será el número dos de la Anses, Alejo Maxit, exsecretario general del organismo durante la presidencia de Macri y el actual titular de la Administración de Infraestructuras Ferroviarias Sociedad del Estado (ADIF). “Es un técnico, queremos que la gestión funcione”, puntualizó.
“Cayó muy mal”
En Pro miran con desconfianza la explosividad del Presidente y anticipan la posibilidad de que la furia tuitera de Javier Milei se pose sobre ellos. “Cayó muy mal el ataque a Ricardo López Murphy. Es un caballero que cree en el valor de la palabra y tiene principios morales muy marcados”, señaló un legislador Pro sobre el último exabrupto del mandatario nacional, quien tildó al diputado liberal del bloque de Miguel Ángel Pichetto de “basura” y de “traidor a las ideas de la libertad”.
A las 17, durante la reunión de bloque de diputados Pro, este tema será parte de la conversación. No obstante, aquellos legisladores cercanos a Patricia Bullrich, ministra de Seguridad de Milei, anticiparon que reforzarán el pedido de fusión con los libertarios, con vistas a un frente electoral común para las próximas elecciones de medio término.
Pero las reuniones de Macri no se agotaron en las discusiones propias del partido, sino que también recibió al gobernador radical de Santa Fe, Maximiliano Pullaro. Si bien cerca del expresidente mencionaron que el encuentro se coordinó con el objetivo de “conocerse”, se da en medio de una fuerte puja de poder entre los gobernadores y la Casa Rosada por la eliminación de partidas discrecionales, con Pullaro y el cordobés Martín Llaryora como las voces más combativas. ¿Será la manera en que el expresidente le marca la cancha a Milei? Curiosamente, fue el único dirigente que salió por la puerta grande y dejó fotografiarse por este medio. El resto, abandonó las oficinas de Macri sin dejar huellas.
