La pandemia de coronavirus SARS-CoV-2 y la crisis económica, que se ha agudizado en las últimas semanas, están provocando un gran estrés en la sociedad argentina que se ve inmersa en un escenario de incertidumbre.
Según consignó Clarín, una encuesta de la consultora Readiness Global, realizada en forma online durante mayo de 2022 entre 400 personas de 25 a 60 años, reveló que tres de cada 10 argentinos aseguran estar emocionalmente inestables.
Los principales temores son la inestabilidad financiera (32%) y la salud mental (estrés, angustia y tristeza, con un 31%). Le siguen el miedo a quedarse sin trabajo (25%) y el temor por la salud física (obesidad, desbalances alimenticios, falta de actividad con el 25%). Contagiarse de covid-19 (21%) o que algún familiar lo haga (15%) quedan algo más relegados.
¿Cómo enfrentar este difícil contexto? ¿Qué elementos debemos tener en cuenta? LA GACETA dialogó con especialistas que brindaron una serie de pautas a las que se debe prestar atención.
“La población a nivel mundial está atravesando una nueva pandemia relacionada con la salud mental, la cual está provocando un recrudecimiento de distintas problemáticas. Esto está relacionado a las situaciones que se vivieron durante la pandemia y que ahora se suma la incertidumbre económica-social que atraviesa el país”, afirma a LA GACETA el psicólogo Lucas Haurigot Posse.
El profesional agrega que el enfrentarse a la pérdida de familiares, la incertidumbre laboral, social y los cambios en la forma de relacionarnos que impuso la crisis de la covid-19 llevaron a las personas a estar en un estado permanente de “hiperalerta” y “estrés”.
“Esto persiste en la actualidad, quizás en menor medida, y ha generado un gran debilitamiento en la salud mental de la sociedad”, advierte.
En tanto, la psicóloga Silvina Batlle Escat señala que la post pandemia y la inestabilidad actual a la que se deben enfrentar las personas han provocado que cada vez más personas busquen ayuda profesional y comiencen a tomar terapia. “Las principales demandas giran en torno a cuadros de estrés, ansiedad, pánico, problemas emocionales, miedos e inseguridades, los cuales afectan el desempeño diario de los consultantes y su vida cotidiana en general”, explica.
“El panorama al que nos enfrentamos denota la necesidad de ocuparse de manera activa y responsable, lo cual implica generar cambios a nivel del estilo de vida, un equilibrio en cuanto a los tiempos de descanso y ocio”, sostiene.
En esta línea, el psicólogo Álvaro Norniella Parache considera que desde el Estado se deben brindar herramientas ante esta problemática. “Existe una necesidad de la creación de proyectos a nivel social para generar un alivio a la salud mental vulnerada de los Tucumanos; es así que la política debería detenerse a observar dicha situación para generar espacios interventivos efectivos en cuanto a la problemática planteada”.
Dificultades
Paola Varela Ituarte, psicóloga clínica y terapeuta gestáltica, indica que la post pandemia ha evidenciado dificultades en torno a la reorganización de la vida familiar y a crisis laborales y vocacionales. “Los niños se vieron fuertemente afectados, algunos desarrollaron un rechazo total a las interacciones y a la vuelta a la escuela, lo que hizo que la vida de padres también se vea afectada por tener que lidiar con estas nuevas situaciones de angustia en la reinserción escolar. Las familias y parejas entraron en crisis al compartir espacios de modo indiscriminado, se pusieron de manifiesto dificultades que anteriormente eran pasadas por alto. Esto no es necesariamente negativo, ya que, si se sabe aprovechar la crisis, puede traer aparejada la bendición de hacernos responsables de nuestros asuntos y poder pedir ayuda”, dice.
La crisis sanitaria generó que una parte de la sociedad se haya permitido repensar su vida laboral y buscar un cambio. “Los jóvenes comenzaron a tener ganas de una vida diferente, lejos de las exigencias de otras generaciones. La generación más joven está priorizando el bienestar personal antes que la seguridad laboral, lo cual me parece sumamente esperanzador”, opina.
Priorizarse
Los profesionales señalan que la mejor manera de enfrentar el complejo momento actual es priorizando nuestras emociones. “La consecuencia de seguir más allá de todo tiene un gran costo emocional. Por eso debemos aprender a escucharnos, aceptar lo que nos está pasando, reponernos y seguir”, recomienda Haurigot Posse.
Por último, Varela Ituarte señala que los “los miedos no tratados, pueden intensificarse a niveles de trastornos de ansiedad generalizados, o ataques de pánico, pueden devenir en diversas fobias, con diferentes niveles de incapacitación de la vida, ya que la persona que llega a extremos con el miedo, se aísla, se inmoviliza y, por lo tanto, tiene un sufrimiento extremo, algunos intentan mucho tiempo disimular hasta que ya no pueden más”.
“La angustia que provoca verse impedido por el propio funcionamiento de la mente suele ser terrible, llevando a muchas personas a la conocida conducta de automedicarse ansiolíticos diversos, y caer en adicciones diversas con el único fin de amortiguar la insoportable angustia y miedo. Esto tiene impacto directo en nuestra salud física día a día, generando diversas enfermedades autoinmunes. Nuestro cuerpo es una unidad, cuerpo, mente, emociones, espíritu, lo que afecta uno de las áreas afectará indudablemente a la totalidad”, finaliza.
Producción periodística de Nicolás Córdoba
