¿Qué mejor sensación que irse al descanso siendo ganador parcial? Ninguna. Y más si la distancia entre verdugo y derrotado era de dos goles. Eso logró San Martín, al cabo del primer tiempo frente a Brown de Adrogué, y con eso le bastó para quedarse con los tres puntos.
Y si estuvo así de cómodo, en parte se lo debe a Luciano Pons. El delantero fue clave. Además de marcar por duplicado, el primero un cabezazo genial nacido de un gran centro de Lucas Diarte, y el segundo, de penal (se lo hicieron a Gonzalo Rodríguez), estuvo en casi todas las jugadas de ataque del dueño de casa.
Pons viene a ser la punta de un iceberg en La Ciudadela. Su fútbol se destaca, sí, pero no es el único. A Juan Mercier se lo vio en plenitud, lo mismo que Ignacio Arce, importante en cada incursión de la visita cerca de su arco.
Está claro que hay que ir paso a paso, pero hoy San Martín mostró algo más que fútbol. Supo tener oficio para no dejarse caer en la comodidad del 2-0 del acto inicial y cotinuó atacando y buscando.
En materia de números, en casa San Martín jugó tres partidos y los ganó a los tres. Sumó, además un punto en casa de Chacarita y todavía debe el duelo contra Almagro. Con 10 puntos, quedó a dos del único líder de la zona 2, Quilmes.
Lo que viene para el “Santo” es Tigre, allá en Victoria, el próximo lunes, a las 18.10.
