Aire, aire y más aire era lo que necesitaba San Martín en su expedición a Remedios de Escalada. Tres fechas sin ganar eran un nudo que apretaba cada vez más fuerte durante los fines de semana.
El “Traductor” apostó por el esquema que vio la luz ante Quilmes. El primer tiempo dejaba sensaciones agridulces hasta que apareció Cuevas con un gol de otro partido para desatar la locura visitante.
La alegría le duró poco al “Santo” porque en un error compartido apareció la igualdad para Talleres y de ahí fue barajar y dar de nuevo. Tras el 1-1, de juego hubo poco y nada para destacar.
La segunda parte fue clave gracias al cambio del entrenador (Gonzalo Rodríguez por Fedele). El siete bravo de Aguilares entró y dejó en claro que quiere su lugar en el equipo.
Primera jugada clara: cabezazo de “Turbo” para asistir a Arias y volver a ponerse arriba en el juego.
De allí, el único pecado para el elenco tucumano fue la falta de precisión para la puntada final. La tranquilidad llegó con la definición de Orellana a 5′ del final.
San Martín se sacó una mochila de encima y ganó un partido clave para lo mental. Pero sobretodo, al menos en la noche de Escalada, Gonzalo Rodríguez demostró que viejos son los trapos y fue determinarte en el complemento.
Aire, aire y más aire. Una victoria que dibuja una sonrisa y ahora deberá ser ratificada en Ciudadela ante Estudiantes. Pero hoy es disfrutar, San Martín volvió al triunfo, métele “Turbo” a la felicidad.
