La jueza y exesposa de Alberto Nisman, Sandra Arroyo Salgado, se pronunció el jueves respecto de la muerte del fiscal y, a pocos días de cumplirse el 28° aniversario del atentado a la AMIA, cuestionó al presidente Alberto Fernández por su cambio de opinión respecto de la causa. “La verdad, no lo entiendo”, lamentó.
Durante su paso por La Trama del Poder (LN+), Arroyo Salgado apuntó contra Fernández y admitió no “comprender” como es que el mandatario pasó de afirmar que la muerte del funcionario judicial fue un asesinato a defender la hipótesis de suicidio con total vehemencia.
“No comprendo por qué cambió de posición. La verdad, no lo entiendo, habría que preguntarle a él que le pasó por la cabeza”, remarcó. Y añadió: “Nosotros no tenemos dudas. En la familia no tenemos dudas de lo que pasó. Sabemos que se trató de un magnicidio”.
Luego, profundizó sobre su relación con el Presidente al igual que con el Gobierno de turno. “A Alberto Fernández solo lo vi dos veces. Cuando era jefe de Gabinete, le tomé declaración en la Casa de Gobierno. Y en otra oportunidad, él se acercó al juzgado. Ese fue el único trato que tuve”.
Respecto de su vínculo actual, la magistrada recalcó: “Mi vínculo actual es nulo. No tengo más contacto ni trato con él, así como no tuve relación con ninguna otra administración”. En esa línea, reveló sin embargo que “dos expresidentes se contactaron para reunirse pero no me pareció correcto”.
También enfatizó en la posibilidad de que la causa penal del Olivos Gate, expediente que tenía como protagonistas al Presidente y la primera dama por realizar una fiesta de cumpleaños en la quinta presidencial durante el aislamiento obligatorio, quede en manos del Juzgado 1° de San Isidro en el que ella se desempeña.
“Yo le puedo decir poco al respecto. Está en pleno trámite. No puedo emitir opinión que pueda determinarse como prejuzgamiento. El hecho en sí, la investigación que atañe a la foto, se tramita actualmente en la sede del Doctor Mirabelli, el Juzgado Federal 2°. Por ahora, no existiría posibilidad de cambiarla”, detalló.
El miedo tras la muerte de Nisman, las recurrentes amenazas y el avance de la causa
Puntualizando en el fallecimiento de su exesposo, que se produjo el 18 de enero de 2015 tras radicar una denuncia contra Cristina Kirchner y Héctor Timerman por encubrir a los autores del atentado a la AMIA, dijo ya no sentir “miedo”. “Lo único que tenemos es prudencia de nuestros movimientos”, aseguró.
Acto seguido, reveló detalles sobre llamadas intimidatorias y/o amenazas que recibió años después, en las que se hacía mención al fiscal Nisman: “Un narcotraficante detenido llegó a decirle a una de las secretarias del Juzgado que si yo no liberaba a su familia, iba a terminar como Nisman y mis hijas como Candela”.
“También recibí llamados con un prefijo de la provincia de Santa Fe. Atendían y respiraban nada más. Eran llamados intimidatorios, no se los puede clasificar como otra cosa. Llegó a haber incluso una balacera en otra fiscalía a modo de advertencia. Terminé excusándome del expediente por eso”, narró a continuación.
Bajo la temática amenazas, Arroyo Salgado insistió en que “era algo que Nisman experimentaba todo el tiempo y que no solo influyó en su labor sino que fue crucial al momento de producirse su magnicidio”. “A nadie escapa que Nisman estaba siendo amenazada desde 2012, tanto él como nosotros”, recordó.
Y opinó: “Todos los hechos precedentes a la aparición sin vida pueden ser móviles posibles. Resta determinar quiénes serían los responsables de este asesinato en el marco de su investigación. Si los móviles estaban relacionados con su trabajo, se trataría más de un magnicidio que de un homicidio”.
En relación con el avance de la causa, la jueza dijo estar “satisfecha” y “conforme” sobre como operó la Justicia: ”En el expediente se despejó con claridad que Nisman fue víctima de un magnificado. Eso es lo importante. Yo no busco venganza. Se perdonar. No tengo enemigos. Pero quiero la verdad”.
Aun así, admitió que “es necesaria la reparación del dolor que esto ha causado, que ha destruido nuestra vida por bastante tiempo y que estamos reconstruyendo con la ayuda de bastante gente. De no haber sido por el apoyo de la ciudadanía y el periodismo, que se manifestó a favor, hubiésemos estado solas”.
Un misterio sin resolver
En los últimos tramos del diálogo televisivo, Arroyo Salgado remarcó que “Con la muerte de Alberto Nisman, queda una interrogante respecto de su trabajo”, a la vez que insistió en que “es de difícil resolución ya que este tipo de casos terminan siendo politizados de una manera u otra”.
“Así como pasó con asesinato, está llenó de operadores que buscan entorpecer la llegada a la verdad. La realidad es que nuestro sistema está obsoleto, no contamos con una capacitación permanente. Nuestro país está viviendo un momento muy especial de fuga de talentos”, criticó.
Y dio por finalizada la entrevista señalando directamente a quienes trabajan en lo servicios de inteligencia: Yo lo que advierto es que todas las instituciones del Estado están afectadas por el servicio de inteligencia, tanto lo que sería la exSIDE como la actual AFI. Todos los poderes actualmente están intervenidos”.