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Se hacían pasar por Máximo Kirchner y Eduardo de Pedro para conseguir contratos: los procesaron por defraudación

El juez Daniel Rafecas los embargó por $1.000.000. El primero en sospechar fue el gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, quien luego advirtió al ministro del Interior

wado de pedro y máximo kirchner
Eduardo De Pedro y Máximo Kirchner cuando ambos eran diputados
Descacharreo

Mandaban mensajes de WhatsApp y audios a distintos dirigentes políticos del peronismo a los que les recomendaban a dos “operadores políticos”. Los mensajes eran enviados como si fueran Máximo Kirchner y Eduardo “Wado” de Pedro. Y las recomendaciones eran para que los contrataran a ellos: Rubén Camargo y Gustavo Laureiro.

Ellos son vecinos de Escobar. Tienen 56 y 61 años respectivamente. Camargo alguna vez fue empleado de la Municipalidad de Escobar. Laureiro trabajó en una época en el Senado de la Provincia de Buenos Aires. Eran amigos, se distanciaron y hace unos años volvieron a verse. Ambos tenían contactos con diferentes dirigentes del Frente de Todos. Ambos fueron procesados por el juez Daniel Rafecas porque se hicieron pasar por el diputado nacional y el ministro del Interior para conseguir –tal como dice la resolución- “ventajas políticas y económicas”.

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La denuncia fue presentada por el ministro del Interior en mayo de 2020 luego de que el gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, le preguntara cuál era el número de teléfono de Máximo Kirchner. La pregunta se fundó en que había recibido mensajes, teóricamente del diputado del Frente de Todos, para que recibiera a dos personas de su confianza. Había comenzado allí una clásica comedia de equivocaciones, montada para hacer negocios políticos.

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El supuesto Kirchner le había dicho a Sáenz que iba a recibir un mensaje de Sergio Lanziani quien fue secretario de Energía hasta agosto de 2020. Sáenz recibió el mensaje de Lanziani que decía que los recomendados por Kirchner también estaban respaldados por de Pedro.Gustavo Saénz, gobernador de Salta (twitter: @GustavoSaenzOK)Gustavo Saénz, gobernador de Salta (twitter: @GustavoSaenzOK)

Ante lo informado por Sáenz, de Pedro llamó a Lanziani quien le ratificó que le había mandado un mensaje al gobernador salteño para recomendar a los dos “operadores políticos”. Lo curioso es que Lanziani le dijo a de Pedro que había recibido un mensaje de quien él creía que era de Pedro y que avalaba el contacto. Es decir que de Pedro se enteró que un falso de Pedro había dado su bendición para que a través de Lanziani el salteño tomara contacto con los recomendados.

Cuando de Pedro le explicó a Lanziani que no era él quien le había mandado esos mensajes, el ex secretario de Energía le dijo que había tenido varias comunicaciones con ese número. Y al indagar un poco más se dio cuenta de que el mismo número correspondía a (los falsos) De Pedro y Kichner. Es decir que los impostores habían hablado durante meses con Lanziani.

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De Pedro hizo la denuncia que le tocó por sorteo al juez Rafecas quien delegó la investigación en la fiscalía a cargo de Federico Delgado. Se produjeron allanamientos y cruces telefónicos. Cuando pidió las indagatorias de los imputados Delgado había comprobado que las gestiones de los falsos Kirchner y de Pedro habían rendido sus frutos.

Según se determinó en la investigación, el intendente de Zárate, integrante del Frente de Todos, Osvaldo Caffaro, de estrecha relación con Lanziani, había contratado a la consultora “Cónsul Nacional”, perteneciente a Laureiro, para las elecciones generales del año 2019. El municipio de Zárate a su vez contrató a Camargo como asesor para el programa de reordenamiento de los Jubilados y de quienes perciben Asignación Universal por Hijo. En tanto la secretaría de Energía, cuando estaba a cargo Lanizani, cedió 100 camas durante la pandemia en favor de la sede de Nucleoléctrica Argentina S.A. situada en Zárate, en un acto al que asistieron los imputados. Finalmente, a partir de las recomendaciones que luego se supieron que eran falsas, Lanziani entregó credenciales de la secretaría de Energía y permisos para circular durante la pandemia a los dos imputados. También había empezado un proceso para contratarlos.

Cuando Caffaro declaró en la causa admitió que había creído que era real la recomendación que hizo el falso de Pedro y entonces los había conchabado. Aquel fue el inicio de la maniobra, en mayo de 2019. El segundo en caer fue Lanziani. Intentaron hacer lo mismo con otros dirigentes del peronismo que cuando recibieron los llamados tomaron ciertas precauciones. Uno fue Sáenz, pero en la lista de contactados por los falsos Kirchner y de Pedro se encuentran el ex gobernador de Entre Ríos, Jorge Busti, el ex senador Héctor Maya. Caffaro y Lanziani cayeron y contrataron a los impostores. Sáenz, Busti y Maya, cortaron las comunicaciones luego de comprobar que los números no correspondían ni al diputado ni al ministro del Interior.

Camargo admitió su responsabilidad en la indagatoria e intentó desvincular a Laureiro: ”…el número 115 XXX-XXXX pertenece a mi titularidad, que reconozco haber hecho las llamadas por mi autoría y mi iniciativa, habiendo trabajado en el Frente de Todos ad honorem y voluntariamente por mi militancia, vocación y convicción, luego de haber terminado esa tarea y bajo la promesa de un puesto cosa que nunca se llevó a cabo; ante esa situación de desesperación porque tengo una gran carga de familia con hijos menores de edad, verme tan desesperado y perdido, abusé de la confianza, vinculando personas a fin de poder mejorar mi situación […]. Mal utilicé mi línea personal ya que la misma la conocen todas las personas incluso mi familia directa sin haber evaluado el riesgo que me sometí por la desesperación, encontrándome perdido ante la falta de trabajo más el contexto de pandemia y la incertidumbre de no saber qué sucedería con mi familia, lo cual derivó en una cadena de acontecimientos los que me desprestigiaron como así también cometí un error que me hace sentir muy avergonzado […] agravado por haber traicionado a mi amigo Sr. Gustavo Laureiro y por la decadencia de la situación…”.El juez Daniel RafecasEl juez Daniel Rafecas

Loureiro por su parte negó la participación en los hechos y aseguró tener una relación con Caffaro y Lanziani previa a las elecciones de 2019. En su descargo dijo que: “…nunca he realizado llamados […]. A Wado de Pedro y a Máximo Kirchner no los conozco. Jamás obtuve un beneficio porque jamás hablé en su nombre con ninguna de las personas que se me imputan […].Con la única persona con la que existe comunicación es con Caffaro y con Lanziani. Yo me presenté con el señor Caffaro un año antes de las elecciones, en marzo del 2018 […]. De esa entrevista se desprendió que me llamara a mi consultora un año antes de las elecciones. Es decir, mal podía tener una recomendación del Ministro porque no era Ministro […]. En esto nunca intervino el señor Martín Camargo y tampoco trabajó en esta campaña con Caffaro […]. Es totalmente independiente el trabajo de mi consultara a cualquier recomendación del señor Wado de Pedro porque no era funcionario público en esa época. Es decir, mal pudo haber tenido algún tipo de influencia dado que era una persona sin ningún tipo de cargo, no era Ministro. No tenía ningún tipo de funciones. Es más, yo nunca hablé ni tengo ningún mensaje con Caffaro hablando de Wado de Pedro. Jamás. En cuanto a Lanziani, me fue presentado en el año 2017 en la ciudad de Corrientes, en la cual yo estaba trabajando en la campaña del gobernador […]. De Lanziani no tenía ningún tipo de beneficio. Después, a interés de él me solicita que lo vaya a ver a sus oficinas. Tengo las comunicaciones con su secretaria, la señora Sofía Garrido. También tengo las comunicaciones de WhatsApp en las cuales ella me explica que a pedido del ingeniero me tenían que extender un permiso, dado que por la pandemia no se podía circular. También tengo las comunicaciones por las cuales no me podían extender el permiso porque yo me equivoqué al pasarle el DNI. También, con respecto al pedido de algún tipo de cargo, tengo las comunicaciones con la secretaria Sofía Garrido, en la cual expresamente le digo que no solicito ningún tipo de cargo, no me interesa […]. Cuando fuimos a verlo a la Secretaría de Energía. Yo fui con un permiso extendido por Zárate, permiso de circulación extendido por la Municipalidad de Zarate para esa sola reunión. Teníamos comunicaciones permanentes porque Camargo estaba trabajando con el equipo de campaña con el equipo de Máximo y Cristina. Es más, yo lo vi muchas veces en varios actos con, digamos, personas muy importantes que después fueron ministros. Incluso hay fotos en los que se lo ve con la ex presidente. Él estaba siempre arriba, detrás del escenario. Es más, en la política uno siempre está llamando, preguntando las novedades. Esto que le digo yo también está documentado. Hay videos y fotos en los que se lo ve junto a Cristina, incluso hay una publicidad en YouTube y junto a todos estos funcionarios de los que estamos hablando. Lo cual evidencia que estaba trabajando. De hecho, tengo entendido que en Zarate él estuvo con el candidato a gobernador de ese momento y Wado de Pedro y Máximo Kirchner. Yo no estuve en ese acto porque estaba en la provincia de Chaco, trabajando en esa semana…”.

Garrido, secretaria privada de Lanziani, declaró en la causa como testigo y refutó los argumentos de los imputados, especialmente el de Laureiro. La mujer dijo que se habían tramitado las contrataciones de ambos en la Secretaría de Energía y explicó en qué consistían: “Así como un asesor […]. La idea era pagarle el máximo porque, supuestamente, a esta gente la mandaba creo que Wado de Pedro…”.

Luego de enumerar todas las pruebas halladas en la investigación el juez concluyó que: “…de acuerdo con todo lo expuesto, puede tenerse por acreditada la modalidad de acción de los imputados, consistente en comunicarse con importantes actores políticos a nivel municipal o nacional, haciéndose pasar por un funcionario público de alto rango en el Gobierno Nacional, a los efectos de solicitar reuniones/peticiones/otorgamiento de cargos y/o credenciales, siempre en favor de ellos mismos, es decir, Laureiro y Camargo”.

Rafecas señaló en el procesamiento que : “Camargo y Laureiro, realizando llamados telefónicos bajo las falsas identidades del Ministro del Interior, Eduardo Enrique de Pedro, o bien, del Diputado Nacional Máximo Kirchner, simularon tener cierta influencia en el plano político y así, valiéndose de la credibilidad lograda, consiguieron contrataciones y la expedición de credenciales a sus nombres, causando un perjuicio patrimonial en detrimento de las arcas del estado, puesto que, a tales fines, se realizaron las consecuentes erogaciones y se dispusieron los recursos correspondientes”. Y agregó: “Como se ha visto, la contratación de Rubén Martín Camargo supuso una disposición patrimonial, por parte de la Municipalidad de Zárate y en favor del nombrado, de un total de $ 1.228.104,09; esto, durante el período comprendido entre el día 29 de abril de 2020 y el día 29 de junio de 2021. A su vez, la contratación de la consultora de Gustavo Laureiro implicó una disposición patrimonial por parte de la Agrupación Municipal Nuevo Zárate de un total de $ 800.000”.

Los impostores fueron procesados sin prisión preventiva por el delito de defraudación a la administración pública. El artículo 174 de Código Penal en su incido quinto señala que: “Sufrirá prisión de dos a seis años: El que cometiere fraude en perjuicio de alguna administración pública”. Además Rafecas les fijó un embargo de $ 1.000.000.

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