El Gobierno prevé anunciar tras las primarias, abiertas, simultaneas y obligatorias (PASO) de este domingo “una suma fija para garantizar que ningún trabajador gane un salario por debajo de la línea de la pobreza”, es decir, menos de 232.000. Así lo confirmó Gerardo Martínez, dirigente de la CGT y secretario general del gremio de la construcción (Uocra).
Según el líder gremial la medida se adoptaría mediante un decreto o instrumento similar. En junio, cabe recordar, la canasta básica registró un valor de $ 232.426 como límite para la pobreza de una familia tipo.
Esta cuestión fue conversada en los últimos dos meses con el ministro de Economía, Sergio Massa, quien este martes será el orador central de un acto organizado por la CGT en Malvinas Argentinas como parte de la campaña electoral de Unión por la Patria. El anticipo de Martínez le da más fuerza a las declaraciones hechas por otros dirigentes y por el propio precandidato de UP en las últimas semanas acerca de la viabilidad de la medida.
Héctor Daer, cosecretario general de la central, se refirió semanas atrás a la posibilidad de establecer “un umbral de ingresos” en la Argentina diferente al que mide el salario mínimo, vital y móvil (hoy, de $ 112.500) ligado directamente a la canasta de pobreza.
Es que la CGT se había erigido desde el año pasado en el principal escollo por entender que una suma fija salarial dispuesta por decreto del Ejecutivo -u otra herramienta de carácter vinculante- ponía en riesgo la primacía de la negociación colectiva a través de las paritarias al correr a los sindicatos de esa intermediación. Además, según los gremialistas, un monto en esas condiciones también podría alterar las paritarias al fijar de manera artificial un acortamiento de las distancias entre las categorías inferiores y superiores de cada convenio.
Las objeciones comenzaron a despejarse junto con la nominación de Massa como postulante de unidad para el oficialismo. Es que también la CGT objetaba el sistema puesto en cabeza de un eventual gobierno de otro candidato más linealmente afín a Cristina de Kirchner. En cambio, en cabeza de un aliado de la central obrera, la medida despeja fantasmas para los sectores más tradicionales del movimiento obrero.
“Venimos conversando con Sergio desde hace un par de meses la posibilidad concreta de una suma fija aplicada sobre los salarios formales de aquellos trabajadores cuyos básicos de convenios estén por debajo de la línea de la pobreza. Siempre y cuando no afecte la soberanía ni el rol protagónico que tiene cada actor en las paritarias”, dijo el jefe de la Uocra, en diálogo con Ámbito.
El dirigente agregó que la metodología instrumental “todavía está en veremos” pero que en las conversaciones el ministro les aseguró: “tenemos que ir en esa dirección”.
Además, Martínez sostuvo que, así como el Ejecutivo impulsó modificaciones en el impuesto a las Ganancias para morigerar el peso del gravamen sobre los trabajadores alcanzados, se debe “una mirada hacia aquellos sectores golpeados que, estando en la formalidad, no alcanzan a cubrir con sus ingresos la canasta de la pobreza”. “Quien puede lo más, puede lo menos, graficó.
Según el Gobierno y la CGT, la mayor parte de los contratos de trabajo formalizados cuenta con salarios básicos de convenios que están por encima, a valores brutos, de la canasta de pobreza. No obstante, una medida como la conversada con Massa podría tener impacto directo sobre algunas actividades de servicios, mercantiles e industriales de baja calificación con categorías iniciales cuyos sueldos permanecen por debajo del valor medido el mes pasado por el Indec. Pero, sobre todo, en el rubro del empleo municipal, donde es frecuente encontrar ingresos que ni siquiera alcanzan la canasta de indigencia.
“Acá se trata de generar un piso de protección social en el empleo formal atendiendo una situación que se demoró por la negociación con el Fondo Monetario y la campaña electoral, entre otros factores. La idea es hacerlo sin que eso signifique vulnerar el derecho ni la soberanía de las negociaciones de paritarias y que tampoco genere una jurisprudencia que a futuro pueda complicarlas”, amplió Martínez. Se refirió a las propuestas de campaña de opositores como Patricia Bullrich que plantean la necesidad de promover la caducidad de los convenios colectivos de trabajo para forzar su renegociación desde cero, así como la negociación descentralizada de las paritarias para darles preeminencia a las regionales o por empresa por encima de las nacionales.
Ayer Massa habló en radio Mitre y se refirió a la eventual aplicación de una suma fija salarial por decreto en el contexto de un encuentro que mantendría más tarde con la CTA de los Trabajadores y al acto de la CGT: “yo tengo la convicción de que tenemos que buscar mecanismos de mejora del ingreso”, dijo el ministro, y aclaró que lo hará “respetuoso de las paritarias, porque hay muchas en este momento en discusión”. “Lo que no quiero es que una medida del Gobierno termine perjudicando la discusión paritaria, porque la paritaria es una buena herramienta”, sintetizó.