La fuga del preso Martín Nieva sigue generando polémicas. En el marco de las actuaciones administrativas que inició el Servicio Penitenciario, el guardiacárcel Virgilio Olmos contó detalles de algunas irregularidades que se habrían cometido con los internos. El lunes, el hombre declarará como imputado ante la fiscal Mariana Rivadeneira en la causa por favorecimiento de evasión, según confirmaron fuentes judiciales.
Nieva estaba cumpliendo una condena de 20 años por el homicidio de su madre y de su hermano en un hecho ocurrido en 2002. Cuando le quedaban menos de dos años para cumplir la pena, el reo se escapó el 16 de marzo, cuando cortaba el pasto de la vereda del penal junto con otros compañeros de encierro.
El juez de Ejecución de Sentencias Roberto Guyot no emitió la orden de captura cuando el servicio penitenciario le informó sobre la fuga. Recién lo hizo el camarista Fabián Fradejas el 3 de abril, cuando comenzó a subrogar al juez que fue separado de su cargo por la Corte Suprema de Justicia.
El interno se refugió en un centro de rehabilitación para adictos que funciona en el este de la provincia. Su titular había informado a mediados de abril que Nieva se encontraba en ese lugar. La jueza de Ejecución y Sentencias II Ana Iácono, al enterarse de la situación, ordenó que lo fueran a buscar y lo trajeran de regreso al penal. Pero la orden no se cumplió y el reo fue capturado varias semanas después.
La declaración del efectivo del Servicio Penitenciario sirve para demostrar algunas irregularidades que se cometieron con este caso. Esas palabras no pueden ser utilizadas como prueba, ya que Olmos las realizó sin la presencia de un defensor y en el marco de una actuación administrativa. Por ese motivo, la fiscal pretende que ratifique o rectifique sus dichos.
Gustavo Morales, defensor del guardiacárcel, adelantó que Olmos se presentará a declarar. “No sólo confirmará todo lo que dijo, sino que además ampliará su denuncia. Es evidente que lo quieren responsabilizar a él de las irregularidades que cometieron sus superiores”, explicó el profesional.
Estos son los puntos más importantes de los dichos que realizó el hombre que trabaja en el penal:
– Custodia: el día que se escapó Nieva, el guardiacárcel estaba controlando a los seis internos que cortaban el césped de la vereda del penal, cuando en realidad, las normas indican que debería haber dos agentes por cada interno. “Tuve que tomar la decisión de mantenerme en el lugar porque se podrían fugar los otros cinco detenidos que estaban con Nieva”, aseguró Olmos que tiene 22 años de experiencia.
– Sin autorización: según las explicaciones que dio el empleado de la cárcel, sólo uno de los seis reos que fueron retirados del penal para realizar esos trabajos habría tenido autorización judicial para realizar tareas fuera de la cárcel. El único que tenía permitido era Aldo Chávez, el interno que fue descubierto lavándole el auto al juez Guyot. Por ese caso, la Corte Suprema de Justicia de la provincia le abrió un sumario al magistrado.
– Advertencia: el guardiacárcel declaró que le había avisado a sus superiores que observaba al interno Nieva exaltado (no especificó los motivos) y que les solicitó que no se le permitiera salir a trabajar fuera del penal. “Escucharon mi sugerencia y, minutos después, un superior me indicó que el preso debía salir sí o sí y que yo no era nadie para violar una orden judicial”, respondió cuando se le consultó sobre el tema.
– Permisos especiales: en la declaración de Olmos aparece una confesión que generará polémica. El guardiacárcel reconoció que los internos que salen a realizar esta tarea fuera del penal son autorizados a realizar compras en los negocios de la zona. Esos mandados, según se desprenden de sus dichos, lo hacen sin custodia.
“Van hasta la vuelta nomás, hasta la verdulería o el almacén. Debo resaltar que hay que usar criterio teniendo a los internos en un medio libre (sic). A veces estoy solo realizando esta tarea y el pedido se lo hacen a los superiores del penal de manera verbal”, respondió.
La Justicia está tratando de establecer otras cuestiones para avanzar con el caso. Una de las más importantes es determinar si recibió alguna colaboración, ya que Nieva no tenía contactos con nadie y, en la puerta del penal, lo esperaba un taxi. Los pesquisas también tratan de establecer cómo hacía el reo para conseguir la droga que consumía, ya que sufre de severos problemas de adicción.
