Hubo al menos tres estallidos dentro de las comisarías de la provincia en menos de cinco días. El primero, una pelea entre detenidos de la seccional 1ª terminó de la peor manera: Hugo Ezequiel Graneros fue asesinado de un puntazo por otro reo. Los otros dos casos fueron intentos de motines, una práctica cada vez más frecuente entre los internos debido a factores que se repiten: el hacinamiento, los reclamos por la falta de comida y las disputas que surgen con respecto a las drogas. “Las cárceles deben ser lugares para resociabilizar a los presos, eso es lo que dice la Constitución y no es lo que tenemos hoy en día. Nos guste o no, los presos en algún momento vuelven a reinsertarse en la sociedad, y queremos que vuelvan mejores, no con la mentalidad de seguir cometiendo delitos”, advirtió el penalista Juan Musi.
El martes dos mujeres intentaron hacer pasar una bolsa de chizitos a los arrestos de la comisaría de Los Aguirre, donde están detenidas sus parejas. Los policías descubrieron que dentro de la bolsa habían ocultado pastillas alucinógenas y secuestraron el paquete. Por ese motivo los presos comenzaron un motín que fue sofocado por personal de Infantería. En esa comisaría no había arrestos habilitados porque se encuentra en refacción, sin embargo fuentes policiales confirmaron que debido a la falta de espacio en otras dependencias se estaba utilizando una celda para tres personas donde, por lo menos, se alojaba a cinco presos.
Ese día también estalló un motín en la seccional 10ª. En igual sentido, la Policía redujo a los revoltosos y se restableció el orden.
Motivos habituales
“Hay un reclamo generalizado por la crisis carcelaria que hay en todo el país. No había un motivo particular; los problemas surgen por la falta de espacio o por temas de la comida, principalmente”, señaló el jefe de la Unidad Regional Capital, Damián Soria, quien se refirió al caso de la comisaría 10ª. “Se activó el protocolo y se le pidió colaboración a las divisiones especiales para evitar una posible fuga, pero no pasó a mayores”, dijo el comisario, que descartó que haya escapado algún preso como había trascendido en las primeras horas del hecho.
Soria aclaró que el crimen de Graneros no habría tenido que ver con un intento de motín, sino con una cuestión personal que tuvo con otro reo de la 1ª.
Sobre la crisis carcelaria, consideró: “el Gobierno se está abocando a buscar una solución, se está construyendo una cárcel y otros lugares de detención, como ser alcaidías”. Pero también reconoció que hasta que esas edificaciones se concreten deben buscar soluciones provisorias a los problemas en los arrestos. “Mientras tanto, seguimos paliando todos los días esta situación como se puede, reubicando a los presos cuando y donde se puede”, analizó.
Penalistas
“Hacinamiento, falta de higiene, de ventilación, de colchones, de sanitarios. Tenemos entre 40 y 50 presos en algunas comisarías y eso lejos de permitir una resociabilización se vuelve una propagación de nuevos delitos: en un espacio así solo puede regir la ley del más fuerte para sobrevivir, y así se está armando una pirámide estructural de violencia”, analizó el abogado Musi.
“No podemos medir el problema en la cantidad de ladrillos que se necesitan para otra cárcel, sino en la mirada global que tenga el Estado al respecto”, agregó. “La Constitución enseña que no se encarcela como castigo, sino para que esa persona pueda cambiar, con las herramientas necesarias, y vuelva mejor a la sociedad”, remarcó.
Aníbal Paz advirtió: “la situación en las comisarías no da para más. Las celdas están abarrotadas y es imposible la convivencia en un lugar así. El detenido que llega no tiene dónde dormir, no se puede bañar, a veces deben usar un balde para hacer sus necesidades y los detenidos más nuevos son siempre los últimos. Así empiezan algunas peleas”. A su vez explicó que adaptar edificios (como escuelas, según se planeó) para que sirvan de arrestos no sería correcto según lo que prevé la ley. “Tampoco parecería haber otra salida, porque como abogados no podemos aceptar tampoco que los presos estén como están”, aclaró.
La abogada Rosa Luz Casen indicó: “Las autoridades deben hacer un abordaje integral y no ir tapando agujeros cada vez que aparecen. La droga es la base de varios de los problemas carcelarios (se estima que podría haber sido el motivo de la pelea en la que mataron a Graneros). La superpoblación y la falta de controles es otro de los problema ‘base’. Mientras no se pare estas cuestiones ningún sistema de seguridad servirá, porque las bases del problema siguen sin resolverse”.
