Podría haber sido un escape de película. Clauvino da Silva tenía los materiales para intentarlo. Una máscara, una peluca, ropa de una adolescente y maquillaje. Pero cuando lo llevó a la práctica, todo salió mal. Este narco brasileño quiso salir de prisión haciéndose pasar por su hija de 19 años y terminó haciendo un ridículo mundial.
Se trata de uno de los miembros de la cúpula de la organización criminal conocida como Comando Vermelho, uno de los grupos más poderosos de Brasil que controla el tráfico de drogas en gran parte de Río. Actualmente cumple con una condena de 73 años y 10 meses de cárcel.
El sábado pasado, la hija de Clauvino, identificada como Ana Gabriele Leandro da Silva, fue a visitarlo a la prisión de Gericinó, al sudoeste del país, y, según creen los investigadores, ella le llevó los materiales para que su padre pudiera disfrazarse de mujer. La idea del delincuente era la de hacer el cambio con la joven para poder escapar.
La policía está investigando el posible papel de ella como cómplice en el fallido intento de fuga.
El Secretario de Estado de la Administración de Prisiones de Río publicó fotos que mostraban a Da Silva con una máscara de silicona y una larga peluca de pelo oscuro, con tejanos ajustados y una camiseta rosa.
Lo que está confirmado es que la huída salió mal. Clauvino da Silva, conocido también como Baixinho, no pudo cruzar los controles y fue interceptado muy fácilmente por los guardias de la prisión luego de que detectaran su nerviosismo. En un video se puede ver como el hombre se quita la máscara y algo de ropa y dice su nombre completo.
Según las autoridades, el intento de fuga fue un “acto de desesperación” ya que en lo que va del año inspectores penitenciarios de Río cortaron el tráfico de 7 mil teléfonos celulares, joyas y dinero dentro de las celdas.
Después del fallido intento de huida, Da Silva fue transferido a una unidad de una prisión de máxima seguridad y se enfrentará ahora a sanciones disciplinarias, dijeron las autoridades.
Baixinho tiene 42 años y en febrero de 2013 había escapado junto a otros 30 prisioneros del Instituto Penal Vicente Piragibe en el complejo Gericinó. Por entonces, cuatro reclusos cubiertos de suciedad fueron inmediatamente capturados, pero Silva se las arregló para huir junto a otros miembros de la pandilla llamados “Pescado”, “Spiderman” y “Martillo Hammer”.
Al mes siguiente fue detenido de nuevo mientras intentaba tomar el control de un barrio en la región oeste de Río de Janeiro con un grupo de hombres fuertemente armados.
Ahora, se enfrenta a posibles sanciones y a una condena aún más larga.