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Conceden la libertad condicional para la asesina de Betty Argañaraz luego de pasar 17 años presa

Será beneficiada la ex novicia y excompañera de trabajo de Betty Argañaraz, la docente desaparecida en el 2006 y por cuyo asesinato sentenciaron a su Susana Acosta y Marcos Fernández (antes su identidad era Nélida).

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Descacharreo

El crimen de Betty Argañaraz, es sin duda alguna uno de los hitos que marcaron la historia de los delitos policiales en la provincia, ya que además del dolor de perder a un ser amado, la familia de Betty tiene que lidiar hasta el día de hoy con la falta del cuerpo de la docente. Tal cual pasa a la familia de Daiana Garnica, o a la familia de Milagros y Benicio Avellaneda. Recordemos un poco este terrible caso.

Betty era docente en el colegio franciscano Padre Roque Correa. El día de su desaparición, comenzaba a ejercer funciones de directora en dicho establecimiento. Este, podría ser el móvil de su asesinato. Las sentenciadas a 20 años de cárcel por este crimen, Susana Acosta y Marcos Fernández (cuya identidad era la de Nélida en ese momento), eran dos ex novicias que se conocían desde su oficio pastoral.

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Y convivían juntas en una relación sentimental en un departamento cercano a la avenida Alem y calle Lamadrid, lugar en donde Betty se bajó de un taxi el día de su desaparición. En ese marco, cabe mencionar que la investigación arrojó que el día de su desaparición, Beatriz tomó un colectivo de la línea 103 desde el Manantial hasta la capital tucumana como cada día de su vida laboral.

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Pero en este caso era para pasar antes por casa de Acosta, quien era secretaria de dicha institución y que la había llamado la noche anterior para prometerle “un regalito para vos y Julio (marido de Betty)”. La teoría del crimen es que ella habría citado a la docente a su casa mediante ese engaño, en donde junto a su pareja la asesinaron a golpes, hecho que se fundamentó con distintas pruebas.

Como, por ejemplo, las declaraciones de la hija adoptiva de la pareja, la actitud despreocupada de Acosta ante la desaparición de Betty (a diferencia del resto de compañeros), y material biológico recogido en el departamento de ambas. En un principio, Marcos y Susana fueron detenidos acusados de privación ilegítima de la libertad. Luego, la acusación pasó a ser directamente la de asesinato.

Por este hecho estuvo detenido también el hermano de Fernández durante dos años, considerado como cómplice de la desaparición del cuerpo de Betty. En estos años, fue Liliana Argañaraz, hermana de la docente desaparecida, la que siguió de cerca el comportamiento y los pasos que daban los acusados de la muerte de su hermana. En ese sentido, nunca dejó de reclamar que Susana y Marcos hayan tenido durante tantos años el beneficio de vivir juntos, o de casarse.

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A su vez, también solicitó que Marcos vaya al penal de Villa Urquiza cuando realizó su rectificación de identidad de género, cosa que no fue concedida tampoco por considerar el tribunal superior que esto atentaría contra la seguridad de Fernández. En todos estos años, la familia de Argañaraz nunca dejó de reclamar a las ex novicias por la aparición del cuerpo de Betty.

Ayer martes, tras 17 años presa, la jueza de Ejecución de Sentencias, Ana María Iacono, le otorgó el beneficio de la libertad condicional a Susana Acosta. Para Canal 10, Liliana manifestó su desacuerdo con este pedido de la asesina de Betty: “A partir de este año, ya comenzamos con las audiencias en las cuales se está pidiendo la libertad condicional. Esto ya es algo mucho más delicado”.

“Porque para las provisorias está saliendo con un personal de lo que es la Unidad Penitenciaria que la acompaña por el tiempo que está fuera del penal con la pulsera”, explicó. Y añadió que “estamos hablando ya de que le van a otorgar esta libertad a donde hay informes psicológicos en donde dice que Susana Acosta no estaría en condiciones para poder obtener esa libertad tan ansiada”.

“No está en condiciones, porque no reconoce el delito y porque, al no reconocer el delito, no hay arrepentimiento y podría ser reincidente”, finalizó. Dos horas más tarde, la misma jueza negó el pedido para Marcos Fernández. Tanto él como su esposa, continúan manifestando su inocencia con respecto a este crimen que marcó la historia policial de Tucumán, ya que fue el primer caso de condena sin cuerpo.

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