Ayer día lunes, tras casi tres años después del hecho, el tribunal sentenció a Gustavo Lora a prisión perpetua por el femicidio de Iris Medina, ocurrido el 15 de febrero de 2020. El ahora condenado había señalado en su momento que la mujer se había suicidado. Sin embargo, posteriores investigaciones derivaron en la acusación del propio Lora.
Ese día de verano de 2020, Lora llamó a la Policía y aseguró que al volver de trabajar había encontrado el cuerpo de su pareja Iris colgado de una viga. Sin embargo, las primeras pericias demostraron que se trataba de una muerte dudosa. Así lo indicó en su declaración testimonial Mirta Salazar, la médica que intervino en aquel primer momento.
“No había elementos que demuestren un intento de suicidio, por lo tanto, se califica como muerte dudosa”, señaló la perito. Después de esta y otras pericias, en el año 2020, la fiscal que investigaba la causa, Adriana Giannoni, decidió acusar a Gustavo Lora por el crimen contra la joven.
En ese marco, cabe mencionar que tras casi unos 3 años de la muerte de la joven y gracias a la lucha de su familia en busca de justicia, durante ayer día lunes Gustavo Lora fue sentenciado a la pena máxima por homicidio doblemente agravado por el vínculo y por mediar violencia de género.
