Por primera vez desde que comenzó el juicio contra el ex gobernador José Alperovich en febrero pasado un testigo quedó al borde de la detención. Se trata del cabo primero David Cayatta, ex custodio y chófer del imputado, quien fue el primero en declarar en el día de hoy.
El fiscal del caso, Sandro Abraldes, le pidió al juez Juan María Ramos Padilla la inmediata detención del testigo al considerar que estaba siendo reticente de manera constante en sus respuestas.
Cayatta no quiso o no pudo contestar concretamente sobre una serie de chats de WhatsApp y de Instagram que él había mantenido con la denunciante.
Esos intercambios de mensajes están adosados al expediente pero en los mismos se observa, efectivamente, qué Cayatta había borrado la gran mayoría de sus respuestas a los mensajes en los que ella le decía los abusos y presiones que estaba sufriendo.
Alperovich está acusado de nueve casos de abuso y agresiones sexuales y el testigo afirmó desde el principio de su declaración que él no sabía nada de lo que había pasado.
En cierto momento de la declaración el fiscal se cansó de la evasión en las respuestas y a viva voz pidió que sea detenido.
El juez trató de explicarle al testigo que podía tener problemas si continuaba siendo reticente en sus respuestas, pero a las dos preguntas de reiniciado el interrogatorio Abraldes tiró por los aires el expediente y volvió a pedir la detención.
Ante esto el juez Ramos Padilla pidió unos minutos para deliberar y finalmente decidió que Cayatta fuera llevado a la alcaldía del Tribunal al menos hasta que terminen de declarar los otros testigos.
“Le pido que durante este tiempo reflexione”, le advirtió el juez. Su situación en consecuencia será definida al final de la audiencia de hoy.
