Realmente trajo un alivio general el acuerdo en torno al canje de la deuda entre el gobierno nacional y los acreedores externos. Esto concierne tanto a la Argentina como a los bonistas, pero sobre todo al mercado, que llevó alivio al mundo económico luego de que durante la madrugada de ayer se definiera la manera en la cual nuestro país se hará cargo de la deuda externa, en lo que hace a los poseedores de títulos locales.
Ayer el oficialismo se mostraba exultante con el resultado obtenido, sin considerar la crítica acertada que muchos analistas le hacen. Y es que el equipo económico terminó concediendo mucho de lo que pedían los acreedores privados. Por lo tanto, se perdió mucho tiempo valioso teniendo en cuenta que al final la intransigencia en la negociación solo género mayor desconfianza hacia fuera, pero también hacia el interior de la sociedad argentina.
Es por eso que el presidente Alberto Fernández intentó explicar esto. En ese sentido aseguro que Cristina Kirchner y Roberto Lavagna le hicieron notar que era necesario que la posición argentina se ablandara al menos un poco. Que era primordial resolver cuanto antes el problema de la deuda porque este tema significaba una contundente limitación para la economía local y que generaba distorsiones en lo que hace al mercado cambiario.
No en vano, durante el transcurso de la jornada bancaria de ayer, el dólar blue se desplomó un 6%, es decir, $8 hasta llegar a los $128. Cabe recordar que hace menos de un mes, había alcanzado el récord de $140 a causa de la incertidumbre generada por la negociación, pero sobre todo, ocasionada por un gobierno que tuvo que aceptar al final que era en vano seguir postergando un acuerdo tan esperado como necesario a nivel local y a nivel internacional.
En cuanto al sector financiero, se registraron fuertes subas en lo que hace al valor de las acciones locales que cotizan en Wall Street, incluso también en lo que hace al precio de los bonos soberanos. Otra novedad consistió en la baja del Riesgo País que se ubicó alrededor de los 2100 puntos en lo que es la cifra más baja registrada desde el pasado 4 de marzo, es decir, previo a la llegada de la pandemia mundial de coronavirus a nuestro país.
De cara al futuro, las claves pasaran por dos lados. El primer aspecto a considerar, será la urgente necesidad de la presentación de un verdadero plan económico sostenible de cara a la sociedad. En una de sus tantas promesas, Alberto Fernández dijo que una vez solucionado el tema de la deuda con los acreedores extranjeros, presentaría un total de 60 medidas que apuntarían a resolver la crisis económica local. Sobre las cuales hay mucha expectativa.
Y el otro punto clave, es el nuevo capítulo que se abrirá en lo que hace a la negociación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional. En ese sentido, Alberto Fernández declaró que imagina la negociación venidera con el FMI como fructífera y expresó que eso es lo que le transmitió la titular del organismo multilateral de crédito, Kristalina Georgieva. La duda pasa por si esto implicará la imposición de reformas económicas estructurales para Argentina.
