Un incidente tan insólito como violento tuvo lugar este domingo por la noche en la zona oeste de la capital tucumana, dejando como saldo tres personas detenidas y un móvil policial inutilizado.
Ocurrió a eso de las 20.30 en la calle Miguel de Azcuénaga al 400, cuando el rodado de la fuerza de seguridad, ocupado por dos efectivos, transitaba ocasionalmente mientras realizaban tareas administrativas.
Al pasar por la cuadra limitada por las calles Santiago y San Juan, los policías detuvieron la marcha tras advertir que el móvil estaba siendo atacado a pedradas.
Cuando se bajaron del vehículo, advirtieron que los proyectiles eran arrojados por un grupo de cinco personas que estaban bebiendo alcohol en la vereda.
El cabo Pablo Cuevas y el oficial Juan Manuel Avila, trataron de disuadir a los agresores, pero uno de ellos visiblemente alcoholizado, avanzó hacia ellos para agredirlos, para lo que no tardaron en secundarlo sus compañeros de beberaje.
Alertados por la situación, los uniformados pidieron apoyo al 911 y luego trataron de apaciguar a los exaltados. En eso estaban cuando los sorprendió una mujer que se introdujo en el móvil policial.
La joven, ebria al igual que el resto de los atacantes, quiso accionar el arranque de la camioneta, pero lo único que logró fue romper la llave de encendido, dejándolo momentáneamente inutilizado.
Ahí fue cuando llegaron otros efectivos policiales, quienes ayudaron a los nombrados a sobreponerse a sus agresores, logrando detener a dos varones y a la mujer que dañó el vehículo.
Fueron identificados como Franco Fernando Jesús Neira (37), domiciliado en esa misma cuadra, Diego Gerardo Carretera (40), radicado en Villa Muñecas y Esmeralda Santillán (19), en cuya casa se desarrollaba la reunión.
