A diario llegan a convertirse en noticias, incontables casos de personas que sufren algún tipo de inconveniente a la hora de realizar algún deporte de aventura en zonas alejadas de la ciudad y que les son desconocidas. Esto implica la movilización de bomberos o personal de Defensa Civil, cuando no de la Policía de Tucumán. Hasta aquí, no hubo ninguna desgracia que lamentar, sin embargo, se han producido situaciones peligrosas.
Sin ir más lejos, durante el transcurso de las últimas 24 horas, tuvieron que auxiliar a una senderista que se había quebrado. Este hecho tuvo lugar en El Cadillal. Se trata de una mujer de 42 años que había salido el jueves por la mañana hacia el sendero de la cascada Aguas Chiquitas, en El Cadillal para practicar trekking junto con una amiga. Las mujeres terminaron extraviándose en el laberinto de árboles que compone el cerro.
En ese marco, los efectivos del Cuerpo Especial de Rescates y Operaciones (Grupo CERO) salieron a buscarlas y tras casi 10 horas de rastrillajes localizaron a las dos mujeres. Como si esto no fuera suficiente, una de ellas se había accidentado y se había quebrado el brazo. Dijeron que se trató de un descuido y seguramente tienen razón y a todo el mundo puede sucederle. Cabe preguntarse qué hubiera pasado si el rescate hubiera demorado más tiempo.
Y es que los uniformados localizaron a la mujer a las 21, la asistieron y cargaron en una camilla hasta la ruta más cercana, destino al cual llegaron a las 6 de la mañana, donde esperaba una ambulancia. Esto fue mérito de los rescatistas que a pesar de que tuvieron que atravesar un terreno dificultoso, con falta de luminosidad y con una víctima lesionada, lograron sortear los obstáculos que se les presentaron.
Muchas veces, las personas se exponen de una forma en la que las consecuencias no siempre están al alcance de una solución, por más experimentados que puedan ser. Pero, además, muchos de ellos se lanzan a la aventura sin contar con experiencia previa alguna. También, hay que recordar que no cuentan con posibilidad de comunicarse por medio de un teléfono celular debido a que no hay señales en los destinos elegidos para este tipo de deportes.
El peligro al que se exponen muchas veces llega al borde de tener que lamentar una desgracia, teniendo en cuenta que muchas veces las dificultades que se debe enfrentar en la naturaleza son mucho más grandes que en la ciudad. Cuestiones tan simples como la deshidratación, la insolación en pleno enero en Tucumán están a la vuelta de la esquina cuando de caminar bajo el sol se trata.
Es necesario tomar consciencia de que a la naturaleza se le debe respeto y no se la puede subestimar. El auxilio no está cruzando una avenida como en la ciudad y deberá tenerse presente que algo tan minúsculo y muchas veces imperceptible como lo es un pequeño insecto, como un alacrán, puede llegar a causar la muerte con tan solo una picadura. Más vale prevenir que curar.
Antes de realizar deportes, hay que asesorarse muy bien sobre el territorio donde se va practicar y se recomienda siempre ir en grupo con personas que conozcan el trayecto del lugar.
