Cuando Enrique Romero proclamó durante la semana que su patrón “Alfaro se va a recuperar de este golpe, tiene que ser el primer candidato a diputado nacional”, nadie se imaginó la razón de esa determinación. Sobre todo, considerando que el gran perdedor de las elecciones gubernamentales de este mes jamás fue mencionado como candidato a las PASO de agosto.
Lo cierto es que este anuncio del polémico funcionario alfarista se debió al hecho de que el intendente capitalino necesitará demasiado contar con los fueros en el Congreso, como así también la protección que pueda brindarle el ala moderada del espacio de Juntos por el Cambio a nivel nacional que está representada por el Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
Esto se debe a que serán interminables todas las investigaciones que deberá soportar Germán Alfaro una vez que Rossana Chahla asuma la intendencia capitalina. Según se anunció publicamente a partir de que asuma la flamante ganadora de las elecciones, es casi seguro que tendrá lugar una oportuna y correspondiente auditoria que pondrá en jaque a la gestión alfarista a causa de las innumerables irregularidades cometidas en más de ocho años de desgobierno.
Y es que, a lo largo de casi una década, desde el alfarismo se ocultó sistemáticamente en qué se gastó el dinero de los contribuyentes debido a que el mismo nunca estuvo debidamente transparentado. Por lo que muchos temas polémicos serán investigados. Tal es el caso del cierre del Mercado del Norte, el presunto negociado detrás del estacionamiento medido o el tardío anuncio de una renovación del Palacio de los Deportes.
Pero sin duda alguna, los contratos irregulares de la municipalidad y el manejo discrecional del dinero de la intendencia ante la ausencia de un proyecto de Presupuesto 2023 serán los aspectos que se llevará toda la atención de una auditoría que demostraría que Germán Alfaro bien pudo haber emulado a Cristina Kirchner debido a que habría sido el jefe de una asociación ilícita conformada para saquear las arcas del estado municipal.
Lo cierto es que, Germán Alfaro habría utilizado los recursos de la municipalidad como si fueran suyos para hacer nombrar gente del interior en perjuicio de los vecinos del municipio. Lo único que le interesó es, mediante prebendas, lograr cargos para él y su familia. Reventar los recursos del municipio en su favor, es malversar fondos. Se les caen los negociados y ahora destruye las finanzas del municipio.
Es por ello que apuntará al larretismo para conformar un armado conveniente a los intereses espurios de Germán Alfaro, ya que quedó claro que al intendente no le desvela mucho volver a ser concejal o legislador porque él necesita fueros para la próxima. No en vano, siempre supo que Roberto Sánchez quería ser gobernador, pero Alfaro decía que el radical no conoce el este y que para hacerlo necesita conocerlo y por tanto necesita mucha plata.
Entonces a Alfaro no le disgustaba la idea de ser candidato a gobernador o vicegobernador y que no tiene problema en bajarse a ser legislador o concejal. Entonces, cuando trascendió esta información antes de las votaciones, dieron a entender que Alfaro estaba buscando fueros, sobre todo, a causa de que no hizo bien los papelitos ni los deberes. Todo se debe a que la gestión del intendente capitalino es muy deficiente y la forma en la que está construida la administración pública municipal, da cuenta de que todavía estamos en la edad medieval, razón por la cual Germán Alfaro deberá rendir cuentas ante la Justicia.
En todo este tiempo, los ciudadanos han podido constatar que la ciudad no ha crecido. En ese sentido, tenemos el segundo y tercer cordón de la ciudad en situaciones desesperantes, sin ningún tipo de presencia del Estado. Hay un 70% de barrios de la Capital que están fuera de toda gestión municipal, basurales, falta de iluminación, de limpieza, ausencia del estado municipal absoluta.
En ese marco, cabe señalar que es gravísimo lo que está pasando en la parte institucional del municipio de San Miguel de Tucumán, a causa de que el presupuesto del municipio debería haber sido presentado antes del 15 de octubre pasado, de acuerdo a la ordenanza de contabilidad. Si bien la Ley Orgánica permite que se puedan ejecutar partidas de gastos con montos aprobados del año pasado, también exige obligaciones al municipio.
Obligaciones aparte de la presentación del presupuesto, que tienen que ver con la cuenta de inversión. Para colmo, al Concejo Deliberante capitalino tampoco ingresó la cuenta de inversión trimestral; significa que, a la fecha, no tenemos elementos para saber en qué gastó durante todos estos meses del año el municipio los recursos de la totalidad de los vecinos de San Miguel de Tucumán.
Lo cierto es que se trata de una falta de cumplimiento que no tiene antecedente desde la vuelta de la democracia. Mientras que el aporte de los vecinos con sus impuestos rondaría los 25.800 millones de pesos. Según el Censo 2022, la capital tucumana tiene una población de 584.798 habitantes, lo que arroja que cada vecino le aporta cumpliendo con sus tributos a la Municipalidad 44.117 pesos.
Es la primera vez en cuatro años que se prevé un déficit de 2.500 millones de pesos en toma de crédito. Lo que significa que de la totalidad de lo presupuestado por el intendente Alfaro, no alcanza a lo proyectado, por lo que el municipio estaría solicitando un préstamo por ese monto para cumplir con sus necesidades. Es por todo lo anteriormente mencionado que desde la UCR le soltaron la mano a Alfaro, por lo que no le quedó otra que recurrir al larretismo.
Lo cierto es que al perdedor de Germán Alfaro se le acaban los negocios, su mandato y su anhelo de ser vicegobernador. Debería, en este tiempo que le queda hasta entregar el municipio a Rossana Chahla, dedicarse a rendir cuentas ante la Justicia y pedir perdón a los ciudadanos capitalinos por dejar una ciudad devastada, quebrada, sin transporte público, endeudada, con muertos por inundaciones y haberla convertido al Jardín de la República en un basural a cielo abierto.
