Vacunación Dengue

El “perdedor” de Germán Alfaro deja una ciudad totalmente destrozada

Un siniestro ocurrido en Avenida Kirchner al 1600 es apenas una muestra de la incapacidad para gobernar del alfarismo y del calamitoso estado en el que traspasará la ciudad a la próxima administración

Arbol Caído - Alfaro
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El paisaje urbano de San Miguel de Tucumán se vio nuevamente afectado. Esta vez no fueron los baches- como el de calle San Lorenzo al 500 donde el pavimento cedió y se tuvo que cortar el tránsito o el de General Paz al que se tragó la camioneta de un fletero hace unos días-, ya que el protagonista fue el desplome de un gigante árbol, ubicado en Avenida Néstor Kirchner -ex Roca- al 1600.

En este tramo de la ciudad, más precisamente en la intersección con calle Próspero Mena, el tronco y las ramas de la planta cedieron y terminaron sobre el cemento. El impacto fue tal que arremetió contra varios vehículos que se encontraban en el lugar, entre ellos un importante camión con acoplado. Además, una camioneta Ford Ecosport fue la principal afectada, quedando debajo del árbol.

Asistencia Pública

Al menos otros tres vehículos quedaron involucrados. Lo cierto es que está saliendo a la luz toda la desidia de Germán Alfaro y de su desastrosa gestión y lo de ayer es apenas una muestra del estado en el que está dejando la ciudad para la próxima gestión de Rossana Chahla. Al parecer, la caída se debió a las importantes ráfagas de viento que se hicieron sentir durante la mañana tucumana.

Movilidad

En esa línea, todo pareciera indicar que el intendente de la principal ciudad de Tucumán estaría esperando que ocurra una desgracia para ocuparse de una buena vez del estado de los árboles de la ciudad. Seguramente, si se le pregunta a Carlos Arnedo, el Secretario de Servicios Públicos Municipalidad de San Miguel de Tucumán, volverá a insistir con la burrada de siempre. Todo con tal de deslindar responsabilidades de parte del alfarismo.

Y es que, para el funcionario municipal, lo que ocurrió ayer seguramente “pasó por cuestiones de la naturaleza particularmente”. Es lo que declaró hace algunas semanas luego de que un árbol cayera sobre un grupo de niños que se encontraban jugando en el Parque Avellaneda. De esta manera, la irresponsabilidad de la gestión Alfaro sólo es medible con el cinismo propio de quienes dirigen el municipio de San Miguel de Tucumán.

Pero, además, de las irresponsables e insensibles declaraciones, está más que claro que la Municipalidad de la Capital no cuenta con personal que monitoree el estado de los cerca de 400.000 árboles que hay en la ciudad, de acuerdo a las mismas cifras oficiales difundidas por el propio municipio. Y es que no la única verdad es la realidad y la misma indica que no hay inspectores que supervisen el estado de los árboles.

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Por el contrario, lo que existen no son más que empleados que van y realizan la poda o la tala según corresponda y cuando les indican. Para colmo, existe una guardia que funciona las 24 horas pero que sólo accede a partir de denuncias que formulan particulares. Es decir, todo muy atado con alambres, defecto típico de la gestión de Alfaro. Está claro que todo lo ocurrido no puede entenderse de otra forma si no es por la inoperancia de los funcionarios municipales.

No en vano, cabe recordar que hasta el propio ex secretario de gobierno, Walter Berarducci, hizo un análisis sobre la gestión del municipio capitalino a mediados de marzo de este año y hasta se refirió a la mala imagen política que tiene tanto German Alfaro como Beatriz Ávila. “Obviamente es producto del bajón que hubo en la gestión, eso no lo puedo negar. Cuando uno visita los barrios hay reclamos de falta de gestión”.

“Los déficits en la gestión y presupuestarios afectan la imagen”, se sinceró Berarducci. En definitiva, está más que claro que la gestión de Germán Alfaro no sólo no estuvo a la altura de las circunstancias, sino que, además, deja en estado calamitoso a la sexta ciudad más importante de la Argentina, algo que queda en evidencia en cara rincón de San Miguel de Tucumán, lo cual es sólo culpa del intendente y no de la naturaleza.

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