Con la derogación de la ley que regía sobre el mercado inmobiliario y con la puesta en vigencia del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/2023 -desde el 29 de diciembre del año pasado- representantes del mercado de alquileres destacan que el sector ha registrado cambios considerables y que parece revertir el desequilibrio que venía arrastrando los últimos tres años.
En su discurso de apertura de las sesiones ordinarias del Congreso, el presidente, Javier Milei, remarcó que desde que se derogó aquella normativa la oferta de inmuebles para alquiler se duplicó y los precios de publicación bajaron entre diciembre y el mes pasado. Más allá de las declaraciones del mandatario, representantes de distintas inmobiliarias coinciden en que la oferta se incrementó y en que los precios empezaron a acomodarse en el escenario.
En ese marco, cabe mencionar que, en diálogo con la prensa, Romina Gordillo, vicepresidenta del Colegio de Corredores Inmobiliarios de la provincia, puntualizó que desde la aplicación del DNU del Gobierno nacional se advirtieron modificaciones en las ventas de inmuebles y en los alquileres.
“En relación a los alquileres, se volcaron más unidades a la oferta. Con la ley anterior, esta se había retraído muchísimo porque obligaba a los propietarios a mantener un mismo valor durante un año. Entonces eso hizo que muchos inversores dijeran ‘esto no me conviene, no lo quiero hacer’, y retiraron las unidades. Con el decreto se flexibilizó la negociación y las partes pueden negociar de manera libre ante un contexto marcado por la inflación”, indicó Gordillo. Y precisó que durante los primeros meses del año en curso se registraron incrementos de hasta un 30% en la oferta.
También afirmó que en el contexto anterior -con total ausencia de créditos hipotecarios y durante el cual los inversores no optaban por el sector ante lo poco atractiva que resultaba la rentabilidad- los desarrollistas no encaraban nuevos proyectos. “Ahora, se está reactivando todo eso. Además, el valor del dólar también influye. Con un precio estable -incluso, a la baja- no hay especulación por parte de los ahorristas. Es más, esos dólares, en algunos casos, se vuelcan a los inmuebles porque pueden generar alguna renta”, precisó.
En relación a la realidad que atraviesa el rubro, Gordillo manifestó que después de años con un panorama sombrío hoy se vislumbra una luz de esperanza. “Se terminaría de encender esa ‘lucecita’ si podemos de nuevo acceder a los créditos hipotecarios. Es lo que estamos esperando, aunque no se nombra esto en ninguno de los anuncios ni nada”, agregó.
En este nuevo contexto para el mercado inmobiliario y para los alquileres, en particular, Gordillo afirmó que no se registró una fuerte escalada en los valores de arrendamientos, sino que lo que se observó fue una suba que acompañaba el ritmo inflacionario, y descomprimía los valores iniciales de las acciones.
“Anteriormente, el propietario sabía que después de alquilar no podía tocar al valor por un año y eso provocaba que el propietario coloque valores altos para resguardarse de la inflación. Ahora tampoco se ve especulación del propietario para ponerle un porcentaje un poco más alto en ese valor inicial porque sabe que dentro de tres, cuatro o seis meses puede actualizar el monto”, enfatizó la directiva de los corredores inmobiliarios tucumanos.
A pesar de la estabilización observada por los actores involucrados en el mercado, los alquileres firmados con la legislación anterior siguen registrando altas actualizaciones de forma anual. De esta forma, los contratos de alquileres firmados bajo la Ley N° 27.551, que actualizan el precio de los alquileres anualmente, mediante el Índice de Contratos de Locación (ICL), sufrirán una suba del 164,06% en marzo frente a una inflación interanual, que en el segundo mes del año se ubicaría cerca del 270%.
Con esta nueva actualización del 164,06%, si actualmente un inquilino estaba pagando $ 200.000 pasará a pagar $ 528.120. Aunque si el contrato finaliza, el propietario puede solicitar un monto diferente para la renovación. Cabe destacar que, los nuevos contratos de alquiler ya no se rigen obligatoriamente por el ICL, sino que las partes son libres de decidir el índice que gusten para la indexación y tampoco son anuales.
