Los niños volvieron a estar nuevamente en el centro de la escena en materia de COVID-19. La ministra de Salud, Carla Vizzotti, confirmó que en la semana del 6 de septiembre empezarán a llegar las primeras vacunas del laboratorio de origen estadounidense Pfizer, tras la firma del acuerdo con el gobierno argentino. En un detallado informe sobre el cronograma de llegada de las dosis, la funcionaria precisó que entre octubre y diciembre llegarán el resto de las 19.500.000 vacunas que están comprometidas en el contrato.
Según explicó la funcionaria, el primer cargamento estará destinado a ser suministrado entre adolescentes de entre 12 y 17 años con prevalencias. A partir del 6 de setiembre “llegarán según disponibilidad de vuelos 100.620 dosis” y a partir del 13 de septiembre, también “según disponibilidad de vuelos, otras 160.290 dosis”, dijo la ministra.
Por tal motivo, el Dr. Omar Tabacco, médico pediatra y presidente de la Sociedad Argentina de Pediatría, pasó por LV12 Radio Independencia y explicó: “Es una vacuna que tiene un diseño de ARN mensajero, que es una mutación genética del virus para producir proteínas de la cubierta del virus que es lo que induce que el organismo reaccione con el anticuerpo frente a eso. Es una vacuna que ya está aprobada inclusive por la FDA a principios de esta semana, para su uso desde los 12 años, con lo cual formaría parte junto con la Moderna, que tiene el mismo diseño de las dos vacunas, en el mundo autorizada para mayores de 12 años”.
“La FDA es el organismo de autorización de los Estados Unidos y tiene una muy larga tradición con respecto a la seriedad y a la precisión con la que realiza su trabajo con lo cual desde el punto de vista de la aprobación goza con un gran prestigio nacional con autorizaciones farmacológicas a nivel mundial”, reconoció.
Por otro lado, agregó que todavía falta completar esquemas en los mayores de 18 años y no deben distraerse de lo más importante porque cualquiera de las vacunas disponibles, es la única forma de frenar un poco o atenuar el impacto de la variante Delta, en primera instancia.
“Por supuesto después, los chicos a partir de los 12 años, son un grupo que socialmente también tiene mucho más tránsito, muchas más movilidad, la utilización de otras medidas preventivas como barbijo, el distanciamiento, en la adolescencia es más difícil conseguir porque es una etapa que la rebeldía y forma parte del comportamiento habitual, entonces de esta manera, este movimiento social de los adolescentes, hace que ellos también tengan que estar vacunados desde el punto de vista epidemiológico general”, agregó.
Por otro lado, aclaró que individualmente, si bien los chicos en este grupo etario cursan la enfermedad de una forma leve, asintomática o poco sintomática, hay chicos que la pasaron muy mal con esta edad, por lo cual si se puede prevenir las formas graves y el fallecimiento de chicos sanos “no cabe la menor duda que hay que hacerlo”.
“En todo el mundo vacunar a la gente más joven ha sido un problema”, finalizó el profesional sobre la actitud de los adolescentes en relación a las vacunas.
