“En este momento tenemos 10 millones héctares de bosque que se encuentra en peligro en el Gran Chaco; debido al avance de la ganadería intensiva”, esplica Noemí Cruz, de Greenpeace, en LV12.
“La ganadería está exterminando lo que queda de los bosques nativos en la región chaqueña y con esto lleva a la inexorable extinción de los últimos 20 yaguaretés que quedan en la región”, explicó.
El planteo que los yaguaretés sean accionantes puede ser rechazado por la Corte. La respuesta de los jueces, luego de leer las 120 hojas donde se explica que la naturaleza en sí tiene derechos, no será inmediata. “Pero estamos en un momento en el que hay consciencia del impacto ambiental y no hablamos de un yaguareté llamado ‘Pipo’ hablamos de los pocos que quedan. De todos ellos”, comentó.
El yaguareté se distribuía desde el sur de los Estados Unidos hasta el norte de la Patagonia Argentina, a lo largo de casi todos los ambientes con excepción de las regiones extremadamente áridas o de mayores altitudes.
Los científicos estiman que los jaguares ocupan menos del 50% de su distribución original, y en Argentina este proceso de retracción fue el más extremo, en donde en los últimos dos siglos quedó recluido a un 5% de la superficie original. Ahora sólo abundan en nuestros billetes de $ 500.
Un informe reciente de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ubicó a Argentina entre los diez países que más desmontaron durante los últimos 25 años. Eso se traduce en la pérdida total que supera los 7 millones de hectáreas y una tasa promedio de 300.000 por año (FAO, 2012, 2016).
El 80% de la deforestación de todo el país se concentra en cuatro provincias del norte que conforman la ecorregión del Gran Chaco argentino: Santiago del Estero, Salta, Chaco y Formosa. Todas esas provincias están siendo demandadas por estos yaguaretés. También el Estado Nacional y la Administración de Parques Nacionales (APN) porque el yaguareté es un “Monumento Natural” según la Ley Nacional 25.463 y debe “preservarse su existencia y su hábitat”. La autoridad de aplicación de esta norma es la APN.