Después de semanas de expectativas sobre el dato de inflación de diciembre, y cuando se cumple un mes de la asunción de Javier Milei, esta tarde el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), confirmó el 25,5% que venían proyectando los especialistas. De esta manera, se superó el 21,1% que anunció la Ciudad de Buenos Aires esta semana.
El dato está comprendido en el período caracterizado por la fuerte devaluación, recorte de gastos y aumentos de impuestos, por lo que se esperaba un valor cercano a este. Así, la Argentina se posicionó como el país con inflación más alta en la región, con una variación interanual acumulada de 211,4%, por encima del 193% de Venezuela.
Aunque el número es elevado, en el análisis por rubros surgen aumentos todavía más fuertes, que superan los valores generales. El caso más extremo es el de la categoría de Bienes y servicios varios, que registró aumentos de 32,7%, lo que representó una suba de 204,4% en la comparativa con el mismo período en 2022. Además, el contraste con la medición de noviembre es marcado, ya que los datos de entonces muestran que en esta categoría la inflación fue de 11,5%, muy por debajo de los valores actuales.
De cerca, y también superando el valor de inflación general, se encuentran aumentos en Salud, que alcanzó el 32,6%, tras los aumentos del 40% en los medicamentos; Transporte, con el 31,7%, y Equipamiento y mantenimiento del hogar, con una inflación de 30,7%.
Alimentos y bebidas, uno de los rubros más delicados en lo que respecta a consumo, también se posicionó por encima del promedio, con una marcada suba de 29,7%, frente al 15,7% de noviembre. Así, alcanzó una inflación interanual de 251,3%, que lo convierten en el rubro que más subió en todo 2023. Le siguieron Equipamiento y mantenimiento del hogar (231,7%) y Salud (227,7%).
El dato no sorprende, ya en diciembre se observaron fuertes remarcaciones en este sector, sobre todo luego del anuncio de las medidas económicas que devaluaron el tipo de cambio oficial, lo que impactó directamente sobre los precios, y a lo que se sumó la corrección del valor de combustibles.
En la región del Gran Buenos Aires, los aceites, grasas y manteca tuvieron el mayor impacto, con un 40,5% en diciembre, por encima de la carne y sus derivados, que alcanzó un 36,9%, luego de un mes de tire y afloje en el que los precios subieron abruptamente, pero no fueron convalidados por los compradores.
Dentro de la misma categoría, los panes y cereales aumentaron en el mes 30,2%, es decir, un 251,2% en la medición interanual.
Por otro lado, recreación y cultura alcanzó el 20,2% mensual, mientras que restaurantes y hoteles el 21,6%, por debajo de la inflación general, pero en un mes en el que todavía no se sienten los efectos de la temporada de verano, que tendrán mayor impacto en enero.
Camilo Tiscornia, de la consultora C&T, comentó al respecto de estos datos: “Son aumentos muy fuertes, cercanos al 30% en muchas cosas por el salto del tipo de cambio esencialmente, y todavía muy contenidos en diciembre. Por ejemplo, los rubros de vivienda, que es donde están muchos de los servicios públicos, el transporte público. Esto es lo que va a cambiar en enero. Ahora viene más turismo, transporte, prepagas, y es probable en febrero los servicios públicos en general ganen más dinamismo”, opinó.
El número no sorprendió a los analistas, que proyectaban valores similares o superiores. Así lo sostuvo Santiago Manoukian, jefe de research de Ecolatina: “Está en línea con lo esperado, y tiene detrás dos factores principales: la corrección de precios relativos, que estuvo en parte como protagonista del desarme de los acuerdos de precios ante la salida del Gobierno anterior que perdía el poder de control, el poder de policía y ante la perspectiva de que iba a venir una devaluación y que iba a empezar a gestionar un gobierno que, valga la redundancia, promovía una política de precios libres”, aseguró el especialista, razón por la cual combustibles, medicamentos y productos de consumo masivo, como cuidado personal, fueron los primeros en ajustar.
También agregó que a este factor se sumó la devaluación de mediados de diciembre, tras la asunción del nuevo Gobierno, y remarcó, como Tiscornia, que todavía falta ajustar: “Se van a montar nuevos ajustes que todavía no llegaron: tarifas de servicios públicos, luz, gas, agua, transporte público, prepagas”, ejemplificó.
Según este especialista, estos números pertenecen a una fase de corrección de precios relativos, que será la de mayor aceleración inflacionaria, pero que debería empezar a relajarse en los próximos meses si resulta exitosa la estabilización que intenta el Gobierno.
