El nerviosismo exhibido por el ex intendente capitalino tiene relación directa con el análisis de su gestión que equivaldría a abrir la Caja de Pandora porque dejaría al descubierto las irregularidades de casi una década al frente de la ciudad más importante del norte argentino y que terminó detonada por la pésima administración de Germán Alfaro. ¿Acaso teme que el resultado de la auditoría lo lleve a la cárcel?
Para entender el presente, hay que conocer el pasado. En ese sentido, ya el primero de agosto de este año, David Mizrahi, actual concejal de San Miguel de Tucumán, dijo una frase sobre la cual tuvo que brindar explicaciones. “Que no nos dejen caballos de Troya”, expresó en su momento en relación a la gestión que se iría en octubre, es decir, el alfarismo. El tiempo pone todo en su lugar y terminó teniendo razón.
“Algunos problemas no resueltos en ciertos servicios van a pasar a la próxima gestión, de la doctora Chahla, ya que son imprescindibles para la vida de la ciudad”, agregó el concejal capitalino. “Por ejemplo, con el tema de la limpieza y recolección de residuos que no se quiso avanzar el proceso”, añadió. Finalmente, Mizrahi sostuvo en su momento que era importante que Rossana Chahla haga una auditoria de cambio de gestión.
“Es relevante para que muestre que municipio le entregaron, que pasivos hay resolver y porque va ser muy difícil adjudicarle la culpa del periodo anterior si oportunamente no se hace este estudio”, finalizó. No en vano, ni lerdo ni perezoso, Alfaro intentó convertirse en diputado nacional este año, pero no pasó de las primarias que perdió con Mariano Campero. En su momento, desde Tucumán Despierta adelantamos que la intención del ex intendente era contar con los fueros en el Congreso.
Como así también la protección que pueda brindarle el ala moderada del espacio de Juntos por el Cambio a nivel nacional que está representada por el ex Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. También señalamos desde este medio que serían interminables todas las investigaciones que debería soportar Germán Alfaro una vez que Rossana Chahla asumiera la intendencia capitalina.
Desde Tucumán Despierta señalamos, además, que era seguro que tendría lugar una oportuna y correspondiente auditoria que pondría en jaque a la gestión alfarista a causa de las innumerables irregularidades que se habrían cometido en más de ocho años de desgobierno. Y es que, a lo largo de casi una década, desde el alfarismo se ocultó sistemáticamente en qué se gastó el dinero de los contribuyentes debido a que el mismo nunca estuvo debidamente transparentado.
Por lo que muchos temas polémicos serán investigados. Tal es el caso del cierre del Mercado del Norte, el presunto negociado detrás del estacionamiento medido o el tardío anuncio de una renovación del Palacio de los Deportes. Justamente, esto último terminó siendo el hilo del cual se tiró en la última semana que se fue para no volver más y que desató la furia de Germán Alfaro que lo llevó a atacar a Rossana Chahla.
Lo cierto es que el ex intendente de San Miguel de Tucumán, Germán Alfaro, estuvo por tercera vez en apenas dos meses en los estudios de La Gaceta dando una extensa entrevista. Allí habló de lo que fueron las denuncias contra su gestión en torno a presuntos manejos espurios del Consorcio Metropolitano para la Gestión de los Residuos Sólidos (Girsu) y el desvío de fondos para obras de su gestión.
Apuntó contra la intendenta Rossana Chahla y declaró: “A mí nadie me pasa por encima”. Otra amenaza de Alfaro contra la intendenta se dio cuando dijo que “se chocan los empleados del Ministerio de Salud para darme la documentación sobre su paso por ahí” y advirtió que “yo no voy a amagar ni hacer auditoría, yo voy a hacer la denuncia directamente”, luego de que le preguntaran sobre la auditoría que está haciendo la actual gestión municipal sobre la herencia que dejó Alfaro.
A modo de advertencia e insinuando que tiene elementos para extorsionar y evitar que se lo denuncie, también afirmó que “la feria frente a la terminal vieja es del hermano (de la intendenta) y dio a entender que por eso está habilitada ni fue clausurada ni desolajada después del incendio en el Mercado Persia. Alfaro se refirió a las denuncias hechas por funcionarios de Yerba Buena, como el propio intendente Pablo Macchiarola o el secretario de Gobierno, Fernando de la Orden.
Y es que aseguraron que la administración del Consorcio Metropolitano fue oscura y que a través de ese órgano se habían financiado las tareas en el Palacio de los Deportes. Lejos de negarlo, el intendente confirmó que a través del Girsu hicieron varias obras. Fue entonces que la paciencia de Juntos por el Cambio terminó por desbordarse y en las últimas horas se oficializó que irán con todo de cara a auditar la gestión de Alfaro.
Tal es así que, el viernes pasado, el secretario de Gobierno de la Municipalidad de Yerba Buena, Fernando de la Orden, se refirió a la polémica que hay respecto al Consorcio Metropolitano para la Gestión de los Residuos Sólidos Urbanos (Girsu) el organismo encargado de la disposición final de la basura en el ámbito del Gran Tucumán, e insistió en realizar una auditoría “externa”.
Ante la prensa, el funcionario dijo: “El informe es claro y manifiesta que según datos del Boletín Oficial se habrían girado $900 millones hacia San Miguel de Tucumán. De esos fondos se habrían destinado $700 millones a una cooperativa para realizar obras en el Gran San Miguel de Tucumán y en especial la del Palacio de Deportes”. “Este hecho genera un montón de inquietudes. Yerba Buena tiene la necesidad de que se aclaré esta situación para resguardar al vecino que es el que aporta”, agregó.
En esa línea, señaló que desde el municipio, que actualmente dirige Pablo Macchiarola, se presentaron en los últimos años innumerables pedidos de informes para conocer cómo se manejaban los fondos. “Es necesario que se haga una auditoría externa”, subrayó. “Antes de ayer, hubo una reunión muy importante con funcionarios y concejales de diferentes partidos. Coincidimos en que el Consorcio es realmente importante. Es quizás la única acción en donde varios municipios trabajan con un solo objetivo: la recolección y mejora de los residuos”, indicó.
Por último, De la Orden le respondió al ex intendente capitalino y líder del Partido por la Justicia Social (PJS). “No es una cuestión personal. La intención es bregar por los aportes que hacen nuestros vecinos”. “Creemos que es fundamental tener claridad y esto no es menor”, sentenció.
Para colmo, trascendió que Distintos socios del Consorcio Metropolitano para la Gestión de los Residuos Sólidos Urbanos (Girsu) habían solicitado información sobre los balances y el uso de los fondos durante la administración anterior del ente, a cargo del representante alfarista Héctor Argañaraz. De todos modos, ya se habían producido con anterioridad cuestionamientos hacia la conducción del Consorcio Metropolitano, que tiene por socios a San Miguel de Tucumán, a Alderetes, a Banda del Río Salí, a Yerba Buena, a Tafí Viejo y a Las Talitas.
El 19 de septiembre pasado, un mes antes de la renovación de autoridades en la provincia, el talitense Carlos Najar -hoy legislador peronista- y su representante ante el Consorcio, Marcelo Alejandro Dip, elevaron una nota para requerir una serie de informes a Argañaraz. El listado incluye “la presentación de los balances al día de la fecha”; el informe técnico de gestión, incluyendo “la situación de activos y pasivos”; el estado de deudas (fiscales, sociales y comerciales); el listado de movimientos bancarios y de situación de cheques emitidos; el detalle sobre el origen y la aplicación de los fondos percibidos; y el estado ambiental de los predios de San Felipe y de Overo Pozo.
El escrito, registrado en mesa de entradas de la entidad bajo el expediente 882/2023, no fue contestado, al igual que otro escrito anterior, presentado el 21 de julio de 2022 por representantes de Tafí Viejo, de Banda del Río Salí, de Las Talitas, de Alderetes y de Yerba Buena. En la previa a una reunión de consejeros, se había requerido al presidente del Consorcio Metropolitano la puesta en consideración de los balances correspondientes a los tres ejercicios anteriores (2019, 2020 y 2021).
También que se compartieran los archivos digitales de la documentación tratada en una reunión previa, dado que “la información sobre el desfasaje financiero proporcionada (en aquella ocasión) no resulta consistente”. En otros puntos, se solicitaron copias de “los contratos con las empresas prestadoras”; la exposición de “los criterios y de los procedimientos para llevar a cabo la licitación pública del servicio prestado por la firma Moviser”; y un informe sobre los últimos tres años respecto a la cantidad de toneladas recepcionadas en las plantas de San Felipe y de Overo Pozo “en concepto de vertidos previstos y excedentes”.
En otro punto, los representantes municipales insistieron con “la necesidad de contratación de un estudio contable independiente”, con el objeto de “realizar una auditoría externa en forma permanente y la realización de un análisis de costos del Consorcio”. La única verdad es la realidad y la misma indica que en todo este tiempo, los ciudadanos han podido constatar que la ciudad no ha crecido con Alfaro.
En ese sentido, tenemos el segundo y tercer cordón de la ciudad en situaciones desesperantes, sin ningún tipo de presencia del Estado. Hay un 70% de barrios de la Capital que están fuera de toda gestión municipal, basurales, falta de iluminación, de limpieza, ausencia del estado municipal absoluta mientras Germán Alfaro estuvo al frente de San Miguel de Tucumán y ahora Rossana Chahla comenzó a revertir.
Lo cierto es que al perdedor de Germán Alfaro se le acabaron los negocios, su mandato y su anhelo de ser vicegobernador. Debería entonces someterse a una auditoría, rendir cuentas ante la Justicia, ir preso si así lo determinan los tribunales y pedir perdón a los ciudadanos capitalinos por dejar una ciudad devastada, quebrada, sin transporte público, endeudada, con muertos por inundaciones y haberla convertido al Jardín de la República en un basural a cielo abierto.
