Este miércoles por la tarde, el Indec dio a conocer las cifras de la desocupación y afirma que está bajando en el país y en la provincia de Tucumán. Sin embargo, se incrementa la cantidad de trabajadores (registrados o informales) que buscan un segundo empleo debido a que la inflación pulveriza sus salarios.
Un trabajo registrado no garantiza estar por encima de la línea de la pobreza, más aún si ese asalariado mantiene una familia y requerirá más de $ 154.000 mensuales (último cálculo de la Canasta Básica Total) para no caer en el penúltimo escalón de la pirámide socioeconómica, medida por ingresos.
Tucumanos en busca de otro trabajo
La tendencia es ascendente si se toma en cuenta la comparación interanual. Mientras que a fines de 2021, el 24,4% de los ocupados del aglomerado urbano estaban en esa situación, el dato del último trimestre de 2022 refleja que ese guarismo subió al 25,6%, aunque se trató de un año complicado en materia de ingresos con una inflación interanual de casi tres dígitos. La falta de oportunidades laborales es más profunda en territorio tucumano que, por ejemplo, en otros distritos del NOA.
Se trata de 106.000 personas que residen en el área metropolitana provincial, de acuerdo con el informe difundido por el el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
Trabajo en negro
La informalidad laboral afecta a casi el 45% de los asalariados del Gran Tucumán-Tafí Viejo, es decir, cerca de 110.000 personas, casi la misma dotación de personal que cuenta el sector público provincial. En general, el salario que perciben es, en promedio, un 30% más bajo que un empleado registrado.