El centralismo porteño no deja ver otro grave problema que atraviesa la Patagonia y la crisis política en Neuquén podría desabastecer a la Argentina de petróleo y gas. Los 13 días de cortes de rutas en Neuquén dejaron al desnudo la crisis política en el territorio administrado por el gobernador Omar Gutiérrez, quien no está dispuesto a cumplir con las exigencias de los trabajadores autoconvocados de la salud que amenazan con continuar con su lucha.
A meses de las elecciones, acusan a los partidos opositores y a referentes sindicales de alimentar el conflicto. En medio de esta situación, crece el temor ante posibles problemas de abastecimiento de petróleo y gas en gran parte del país. Ayer martes por la tarde había unos 25 cortes en los accesos a diferentes puntos de la provincia, entre ellos, Vaca Muerta. Hoy se sumará un corte en el puente Neuquén – Cipolletti.
En los últimos días el conflicto se radicalizó y referentes de partidos políticos y agrupaciones sindicales han realizado declaraciones como “se va a prender fuego toda la provincia”, “tenemos que dar vuelta el gobierno” y “esto tiene que transformarse en una pueblada”, lo que llevó a la administración de Omar Gutiérrez a volcarse a la idea de que la campaña electoral está presente en los cortes y que se está buscando desestabilizar al gobierno.
El gobierno está decidido a no utilizar la fuerza contra los manifestantes ni negociar mientras mantengan los cortes, a pesar de las consecuencias que eso pueda implicar. Por el momento, no se registraron problemas importantes de abastecimiento porque hay cierto “acuerdo tácito” con los trabajadores de la salud, que liberan las rutas para que circulen algunos camiones con combustibles y alimentos.
Sin embargo, de continuar con las medidas, desde el gobierno aseguran que a fines de mayo podría haber desabastecimiento de gas y combustibles en gran parte del país. El conflicto no pareciera estar cerca de solucionarse aunque una carta que podría destrabar el conflicto: dejar las cosas como están hasta junio, cuando se abra una nueva mesa de diálogo con los gremios, e incluir a los trabajadores autoconvocados en la negociación.
Al tiempo que aumentan los contagios en el marco de la segunda ola de coronavirus en el país, los trabajadores de la salud de Neuquén siguen cumpliendo con sus funciones en los centros médicos a pesar de las manifestaciones. Mientras tanto, en Río Negro, los trabajadores nucleados en la Asociación Sindical de Salud Pública de la provincia (Asspur) realizaron hoy una jornada de paro con movilizaciones en las rutas en reclamo de mejoras salariales.
De esta manera, lejos de desinflarse, el conflicto empieza a contagiar a otras provincias. Tal vez pueda parecernos lejana la realidad de Neuquén o de Río Negro, pero la realidad es que se trata de una problemática que pronto podría significar la falta de recursos vitales para la vida diaria como el gas y el petróleo. Sobre todo, teniendo en cuenta que la estación del invierno está apenas a la vuelta de la esquina.
