Ni siquiera el alivio por las bajas temperaturas -algo atípico en la primavera tucumana- en los últimos días fue suficiente para que la Empresa de Distribución Eléctrica de Tucumán (EDET) pueda dar abasto en su servicio. Esto quedó reflejado en el masivo corte de energía que hubo el martes por la noche cuando miles de hogares de todas las zonas de la provincia quedaron sin luz.
La empresa se expresó en un comunicado y aseguró que están utilizando una línea complementaria -que fue la que falló- ya que la habitual, que conecta El Bracho con la Estación Independencia está fuera de servicio desde el domingo por los fuertes vientos. Incluso, adelantaron que los cortes podrían seguir: “Mientras las instalaciones dañadas no sean restituidas, existe la posibilidad de que el evento se repita”.
El hecho afectó a vecinos de toda la provincia. Un ejemplo de ello es el barrio Villa Amalia, ubicado al sur de la capital y tan solo a unos minutos del centro de la ciudad. En este sector, los residentes sufrieron las consecuencias del apagón que inició el martes. Durante la madrugada del miércoles, aprovechando la oscuridad, delincuentes dañaron una caja que brindaba electricidad a la cuadra de Olleros al 600.
Los vecinos contaron a la prensa que estuvieron sin luz durante toda la noche y durante la mañana se comunicaron con EDET. Sin embargo, la empresa recién se presentó al mediodía. Al revisar el lugar, argumentaron que necesitaban cambiar la caja porque estaba podrida y que esto debía hacerlo una grúa, luego de esto se retiraron.
“Se fueron a dormir la siesta, contó indignada una mujer de la cuadra. Tras más de cinco horas de reclamos, el camión volvió, y aunque argumentaban que no podían trabajar por la lluvia, la insistencia de los vecinos fue mayor y restablecieron el servicio después de casi 15 horas”, expresaron.
Sin embargo, el daño ya estaba hecho. La falta de electricidad imposibilitó a muchos de los residentes del lugar a continuar con sus labores diarias: un carpintero que no podía manipular sus máquinas y un negocio que corría riesgo de dañar los productos que requieren refrigeración son algunos ejemplos de ello.
Además, la empresa no habría respetado la prioridad que tienen las personas electrodependientes: “En la esquina de la cuadra vive un hombre que tiene un marcapasos. Desde el 911 les pidieron prioridad para restablecer la luz”. A todo esto, se le suman las pérdidas de electrodomésticos, como el caso de un vecino al que se le quemó una placa de video de su computadora -valuada en más de $100000.
“Me quemaron mi herramienta de trabajo y me dicen que tengo esperar 10 días hábiles. Quién me paga por todos esos días sin trabajar”, relató el damnificado, quien se comunicó con EDET y la solución/recomendación de la empresa a las bajas de tensión fue “apagar la mayor cantidad de dispositivos eléctricos posibles. Además, otra mujer del lugar denunció que se le quemó su Smart TV: “Mientras sube y baja la tensión me vienen a dejar la factura y está más caro que el mes pasado. Parece que me están haciendo una broma”, se lamentaron.
Más allá del apagón masivo del martes, los residentes de toda la zona sufren constantes vaivenes de energía y entre el miércoles y el jueves tuvieron más de cuatro cortes. A la falta de electricidad, la imposibilidad de trabajar y afrontar los veranos de más de 40° en Tucumán – según la empresa, habría más cortes de luz- se le suman los hechos de inseguridad que provoca la oscuridad durante la noche.
En ese marco, es menester dar cuenta acerca de que tras el robo de cables de la jornada del pasado día martes, un nuevo corte se produjo el miércoles por la noche y ladrones intentaron ingresar a una casa de la zona de Jujuy y Olleros, aunque fueron interceptados por el dueño del lugar y huyeron.
