Vanesa Lidia Pérez tenía 32 años y era madre de dos niños. El sábado 30 de diciembre la encontraron sin vida en su domicilio, según el informe policial se trató de un suicidio por asfixia. Sin embargo, la familia sostiene que se trata de un femicidio. Su hermano Fabricio y su prima aseguraron en diálogo con La Nota Tucumán que Vanesa era víctima de violencia de género.
“El día antes de los hechos asistió al hospital con golpes en diferentes partes del cuerpo que quedaron registrados. Luego dejó constancia en la policía de los golpes, a pesar del miedo por las amenazas que recibía constantemente”, contó su prima. Además, antes de que a Vanesa la encontraran sin vida, los vecinos vieron entrar y salir de la casa a la ex pareja de la joven.
Por este motivo, su familia exige que se realice una investigación para determinar qué sucedió. Actualmente la causa está en manos de la fiscal Mónica García de Targa, titular de la Fiscalía de Instrucción Penal I, del Centro Judicial de Monteros. El miércoles por la tarde, la familia y allegados de Vanesa realizaron una marcha pacífica frente a la Comisaría de Simoca para pedir Justicia y que se aclare el hecho.
La joven de 32 años, era empleada municipal y también trabajaba en una escuela. “Deja un vacío inmenso en la localidad, así como en la vida de sus dos hijos, uno de 12 y otro de 2 años”, dijeron sus allegados durante la manifestación, ante los micrófonos de Canal 10. Adrián Pérez, hermano de Vanesa, habló con Canal 10 y dijo: “Queremos justicia, sabemos perfectamente que ella no se suicidó”.
Adrián, también, señaló que la pareja de la posible víctima estaba presente en la casa en el momento de la tragedia. Contó que fue él quien encontró el cuerpo y que después de avisar a una vecina abandonó el lugar. La marcha fue acompañada por pancartas exigiendo justicia y el esclarecimiento de las circunstancias de la muerte de Vanesa. La familia, junto con la comunidad de Simoca, espera que las autoridades profundicen la investigación.
