El pasado viernes comenzó la habilitación de la fachada de la Iglesia San Francisco que lucirá sus colores originales: celeste, rosa y amarillo. En los próximos días, vecinos y turistas podrán apreciar las refacciones en el frente del templo ubicado en 25 de Mayo y San Martín, que se encuentra clausurada y vallada desde agosto de 2018.
La restauración es parte de la primera etapa del plan de obras de recuperación del histórico inmueble, que fue escenario de importantes acontecimientos históricos. Hospedaje de los congresales de 1816 y refugio y guarnición de las tropas de Manuel Belgrano y José de San Martín en la lucha por la independencia nacional fueron algunos de ellos.
La presidenta de la Comisión de Patrimonio Cultural de Tucumán, Olga Paterlini de Koch sostuvo que “el trabajo realizado es maravilloso, algo que no se hizo nunca en una restauración y es un beneficio para toda la comunidad, que la Municipalidad generosamente dispuso concretar con todo el apoyo de la Comisión”.
Los trabajos que se concretaron en la fachada de la Iglesia San Francisco incluyeron una minuciosa recuperación de cornisas, molduras, balaústres y pináculos. El pasado 4 de octubre, Día de San Francisco, la arquitecta contó en una entrevista que “la reforma va al ritmo de los recursos que tenemos, esto no ha tenido respaldo del gobierno nacional que es el responsable de mantener todo lo que es el acervo de todos los argentinos”.
“Lo que se está haciendo ha sido financiado por el municipio de San Miguel de Tucumán. El año pasado nos otorgó 25 millones de pesos de subsidio para que nosotros nos hiciéramos cargo de la restauración de la fachada”, y aclaró que “ese dinero, en las condiciones en las que nos encontramos, alcanzó para hacer la tercera parte de la fachada y hemos empezado por la parte superior”, detalló.
Por otro lado, argumentó que la dificultad tiene dos flujos: uno es el ingreso de dinero, y la otra dificultad es técnica. “Cuando se ha comenzado la restauración, si bien ya habíamos presentado un proyecto exhaustivo de cómo hacer la intervención, cuando se inició en realidad no estaban los materiales en plaza, entonces hubo que empezar a testear otras alternativas de materiales y otras firmas que pudieran dar resultados equivalentes”.
“Además, todo lo que se había testeado como revoques que podían quedar y revoques desprendidos o sueltos, cuando se empezó la restauración meses después, casi un año después de que se hizo el proyecto, en realidad hubo que bajarlos todos, aparecieron grietas, faltaban ladrillos”, aclaró.
“La construcción es muy grande. Además de intervenir en el sector de la fachada, nosotros ya estamos encargando a empresas del medio, la realización de proyectos para hacer la consolidación estructural que después de todo ya entre los años 2014 y 2015 se hizo con mucha razonabilidad al inyectarse elementos de hormigón para contener los movimientos y hundimientos que esto tenía. Estos trabajos requieren de una segunda intervención”, afirmó.
Y agregó: “Los sectores más conflictivos son, la zona de la cúpula que esta sellada desde hace mucho tiempo, la zona del tambor de la cúpula, la zona de la sacristía y la zona del claustro que mira a la calle 25 de Mayo”, y afirmó que las columnas de esta zona empezaron a abrirse, “hay aperturas importantes, se ha investigado radiológicamente adentro y no se ha podido detectar lo que está pasando”.
En resumen, la arquitecta afirmó que toda la zona del claustro este hecho, “falta saber que habrá que hacer con la sacristía”. Por último, contó que, la intendenta electa, Rossana Chahla ya se ha acercado y se ha comprometido a trabajar “porque considera que es algo imprescindible de realizar”.
