José Luis Espert todavía no logró poner un pie en Juntos por el Cambio, pero ya genera cortocircuitos internos. El ruido, en este caso, no tiene que ver con los pergaminos de Espert, sino con la falta de una estrategia unificada en el principal espacio opositor al kirchnerismo para reconquistar el poder nacional. Tras la cumbre de autoridades partidarias de Juntos por el Cambio (JxC), Gerardo Morales (UCR), Maximiliano Ferraro, titular de la Coalición Cívica (CC), y Miguel Ángel Pichetto (Encuentro Republicano Federal) salieron ayer a marcarles la cancha a sus socios con un fuerte respaldo a la incorporación del referente de Avanza Libertad a la fuerza.
Lo dieron como un hecho. Sin embargo, Pro, donde las tensiones entre Horacio Rodríguez Larreta y el ala de Mauricio Macri, Patricia Bullrich y María Eugenia Vidal por el liderazgo opositor son inocultables, dilata la decisión porque aún no definió una postura común y no dio el visto bueno final al ingreso de Espert a JxC. El larretismo lo avala, pero Bullrich pone reparos. Vidal y Macri, en tanto, optaron por un silencio prudencial.
Mientas Javier Milei crece en las encuestas y genera inquietud en las escuderías dominantes en las encuestas, JxC no logra alinear su tropa, consolidar una narrativa ni fijar reglas de juego para la contienda electoral. La falta de coordinación le impide capitalizar la descomposición del Gobierno por la escalada inflacionaria o definir las incorporaciones para ampliar el espacio. Tampoco concuerdan en cómo deben pararse para neutralizar a Milei, el gran problema de JxC, ya que el kirchenrismo se aferra al libertario para sostener la ilusión de evitar una catástrofe electoral y entrar en el ballottage.
Morales, Ferraro y Pichetto recibieron una carta de Espert en la que pedía integrar su espacio a JxC con el fin de conformar “un nuevo espacio opositor al populismo kirchnerista” frente a la agudización de la crisis económica y la inestabilidad financiera. “Visto que la economía y la sociedad argentina han entrado en un corredor de crisis cuyo horizonte puede ser el caos, aceleramos las conversaciones con JxC”, puntualizó Espert, quien se reunió las últimas semanas con los altos mandos de la fuerza opositora, incluso, con Macri.
El diputado liberal consideró que su eventual llegada al principal bloque opositor al Gobierno representa más que una alianza táctica con vistas a los próximos comicios: “Es un nuevo camino institucional para gobernar la Argentina y sacarla del lugar de miseria y marginalidad en la cual la han colocado décadas y décadas de hacer mal casi todo”, resaltó.
La chance de incorporar a Espert se coló en la cumbre del martes de la mesa ejecutiva de JxC. El asunto sobrevoló la conversación, a pesar de que no había sido incluido previamente en el temario. Pichetto, Morales y Ferraro coincidieron en la necesidad de avanzar con la integración de Espert. Cuando se conectó vía Zoom, Federico Angelini, quien reemplaza a Bullrich al frente de la conducción de Pro, advirtió que debía consultar con los líderes del partido fundado por Macri antes de fijar una posición. “Conceptualmente estamos a favor de la ampliación de JxC, pero nos tenemos que juntar y charlarlo”, comentó ante el resto de los jefes partidarios.
En el ala dura de Pro, sobre todo el sector que comparte las ambiciones presidenciales de Bullrich, sospechan que Larreta mueve los hilos para apuntalar a Espert como eventual candidato a presidente con un solo fin: arañarle uno votos a la exministra en las PASO de JxC. Están convencidos que activó esa jugada después de que Bullrich cerró un pacto con Ricardo López Murphy (Republicanos Unidos). El diputado y exministro de Defensa se lanzó como jefe de gobierno porteño y respaldó a Bullrich en la carrera presidencial. En el larretismo insisten en que Espert, que hasta ahora se movió como postulante a gobernador, podrían sumar adhesiones en la provincia de Buenos Aires y que JxC necesita una opción liberal en su interna para contener el crecimiento de Milei. Además, acusan a Bullrich de condicionar el ingreso de Espert a JxC.
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La titular de Pro no pone reparos a la integración del economista al espacio en Buenos Aires para pelear por la sucesión de Kicillof, pero reniega de lo que, considera, es una metodología de Larreta: construir postulantes para perjudicar a sus rivales internos. “¿Con qué criterio sumamos liberales? ¿Espert sí, pero Milei no puede entrar?”, deslizan en el ala dura del macrismo. En cambio, Diego Santilli, el postulante de Larreta en Buenos Aires, ratificó su consentimiento al pacto con Espert. Fernando Straface, otro larretista, también aprobó la llegada del economista después de que Morales, Pichetto y Ferraro presionar a Bullrich. “Esto es una operación de Horacio”, bramaron en una de las terminales del macrismo. Disgustado con Larreta por la doble votación en la ciudad, Macri desconfía de los movimientos del alcalde, que juega en tándem con Morales, Lousteau y la CC.
En el entorno de Bullrich se ocuparon de aclarar que no veta el ingreso de Espert. Considera que puede sumar votos en la provincia, no en la contienda nacional. ¿Qué dirá Cristian Ritondo? Acusa a Larreta, su competidor en Pro, de crear candidaturas para dañar a sus rivales. “Es insólito que ponga condiciones para ampliar a JxC”, replican cerca del jefe porteño.
Horas después de la cumbre de presidentes de JxC, Pichetto, Ferraro y Morales salieron a fijar su posición. Fue una manera de presionar a Bullrich y tomar distancia de las peleas internas en Pro. El líder de Encuentro Republicano Federal jugó fuerte para pedir el ingreso de Espert: “Hay que sumar antes que restar y me parece que ampliamos la base de sustentación con una corriente liberal muy interesante que tiene impacto en Buenos Aires”, enfatizó Pichetto, que ayer se lanzó en el microestadio de Ferro, en Radio Mitre. Sus allegados remarcan que JxC necesita tener una estrategia para neutralizar a Milei.
Un rato más tarde, Ferraro y Morales le dieron la bienvenida al economista. “El país necesita de cada uno de nosotros para salir adelante”, dijo el titular de la CC. Entre altos mandos de Pro se sorprendían por el aval de Carrió y el ala moderada de la UCR a la inclusión de Espert, referente liberal, que propone “bala o cárcel” para combatir el delito en la provincia. “Para la Coalición Cívica, Juntos por el Cambio debe ser siempre un espacio amplio, que sume a todos aquellos que defiendan la democracia, la libertad, el humanismo y los valores republicanos”, resaltó Ferraro.
Morales, otro aliado de Larreta en JxC, también salió a bendecir el desembarco de Espert en la fuerza. “Para dar vuelta la Argentina hace falta un espacio político formado con gente capaz, trabajadora y decidida. Salir de esta crisis requiere madurez y unidad”, argumentó el gobernador de Jujuy y jefe de la UCR. Martín Lousteau, socio del jujeño en el radicalismo, ya había dado su aval a Espert en la última reunión del comité nacional de la UCR. Mario Negri aprobó la maniobra.
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En el encuentro del miércoles pasado, Morales y Lousteau volvieron a arremeter contra Milei a través de un duro comunicado. Como Carrió, acusan a Macri de tejer con sigilo una alianza con el libertario. Les inquietan esos coqueteos porque, aseguran, podrían derivar en una ruptura de JxC. Temen, a su vez, que Macri explore un eventual pacto con Milei para la pelea porteña. La foto de Jorge Macri con Ramiro Marra en la cena de Conciencia abonó esas sospechas.
Quien también celebró la inclusión de Espert fue Alfredo Cornejo, uno de los integrantes del polo Macri-Bullrich. “Será una novedad muy saludable. Es fundamental ampliar y fortalecer la coalición para terminar así con el kirchnerismo. José Luis aporta con su reconocida trayectoria económica y sus ideas de libertad”, apuntó el senador de la UCR, quien aspira a suceder a Rodolfo Suárez en Mendoza. Fue desafiado en su territorio por un exarmador de Larreta: Omar de Marchi.
