La cena comenzará a las 20 en la embajada de Alemania. El ministro de Economía, Sergio Massa, explicará allí su plan económico a representantes del G7 (Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Canadá. Reino Unido, Alemania y la Unión Europea). A pesar de que estará con la primera plana del board del Fondo Monetario Internacional (FMI), el foco estará puesto en conseguir dólares, pero principalmente a través de inversiones productivas y aquellas focalizadas en la energía.
En medio de un “veranito cambiario” -fomentado por el mayor cepo importador, las mejores temperaturas y las subas de tasas de interés- en el Palacio de Hacienda pondrán la mirada en el gran problema energético que aquejará a Europa en el invierno (y golpeó ya las reservas internacionales del Banco Central semanas atrás). No por nada, la visita de Massa a los Estados Unidos desde el 6 de septiembre incluirá un paso por Houston, la meca de la energía en el país del norte.
“Europa va a la peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial”, creen. Un drama y, a la vez, una oportunidad para la Argentina, a la hora de pensar en nuevas inversiones en el desarrollo de la producción de gas y petróleo en Vaca Muerta. El país necesita además impulsar fuertes desembolsos en la infraestructura de transporte y agregado de valor. El sector pide cambios en los permisos de exportación, la disponibilidad de divisas (cepo), los precios y las reglas.
En el encuentro estarán los embajadores Ulrich Sante (Alemania), Reid Douglas Sirrs (Canadá), Marc Stanley (Estados Unidos), Claudia Scherer-Effosse (Francia), Fabricio Lucentini (Italia), Takahiro Nakamae (Japón), Kirsty Hayes (Reino Unido) y Amador Sanchez Rico (Unión Europea). Massa irá con su asesor en el tema, el diplomático Gustavo Martínez Pandiani.
Gerardo Viercovich
Según indicaron cerca del ministro, la prioridad será “establecer mecanismos de trabajo conjunto” para agilizar inversiones productivas y los negocios entre la Argentina y esos países. A su vez, Massa mostrará una “hoja de ruta” en materia económica trazada “para los próximos años”, y repasará las principales medidas anunciadas en los últimos días.
En el Gobierno afirman que se registró un “efecto Massa” por la mejora de bonos y acciones en los últimos días, aunque hoy bajan. Varios analistas creen que el factor internacional -la creencia de que la Fed no seguiría en una línea tan dura, expectativa que hoy viró con el discurso de Jerome Powell al respecto- es el principal driver de aquellos movimientos. Sin embargo, en el mercado sí reconocen que la baja de los dólares financieros -por lo menos en parte- estuvo más en relación con los pasos tomados por el ministro de Economía y con el freno de la pérdida de reservas del BCRA.
Massa ratificará sus ejes, pese a que aún muchas medidas faltan, como el esquema cambiario para el campo que se debatirá este fin de semana. Cerca del líder del Frente Renovador hablan de “orden fiscal y alivio fiscal, a la energía, el campo y la economía del conocimiento”. Sobre el ajuste hablarán de la extensión del congelamiento a la contratación en el sector público a las empresas; la fijación del presupuesto 2022 como “techo de gasto” (con una inflación menor a la que se materializará); la decisión de no pedir más adelantos transitorios al BCRA; y el ordenamiento del gasto en ministerios.
Con relación a la materia cambiaria, donde se sigue negando una devaluación del oficial, Massa promete un “dólar tecno”, ya reglamentó beneficios a las exportaciones incrementales de energía, y, dicen, “avanza el diálogo con el campo”.
Por otra parte, el ministro intentará explayarse, cuentan, sobre las oportunidades de inversión que presenta el país en sectores estratégicos en el marco del contexto global actual. “Nuestro país está en condiciones de convertirse en un actor internacional determinante a partir del aumento de la producción y exportación de energía, proteínas, agroalimentos, minerales críticos y recursos humanos”, indicaron y agregaron además que es preciso “avanzar en soluciones coordinadas para garantizar la seguridad alimenticia y energética, la construcción de nuevo orden financiero internacional más equitativo y la iniciativa impulsada por los líderes para reducir brecha de inversión global”.
Vale recordar que el G7 representa más del 40% de los aportes al FMI, que Alemania ostenta la presidencia del Grupo y que el próximo año el encargado de comandar el grupo será Japón. Se trata de dos países duros con el país en el Fondo.
