“Del ridículo no se vuelve” es una frase que el ex presidente Domingo Faustino Sarmiento utilizara en uno de sus primeros libros: “Viajes por Europa, África y América” (1845/1847), y a la que, según comentan los memoriosos, el también ex Jefe de Estado, Juan Domingo Perón, solía recurrir en las advertencias a sus allegados o en las sentencias contra sus adversarios. En la actualidad, la misma aplica tranquilamente al accionar del concejal alfarista Carlos Ale.
Y es que al edil no se ocurrió mejor idea que realizar una pregunta en sus redes sociales que no hizo más que llamar la atención por el cinismo y la desvergüenza con la que se maneja el alfarismo en medio de una crisis interna que parece no tener fin. “¿Funciona el plan de bacheo de la Intendenta Chahla en San Miguel de #Tucumán?”, se preguntó Carlos Ale como si no se tratara de una problemática generada por su propio jefe, Germán Alfaro.
En ese marco, cabe recordar que, a fines de octubre del año pasado, es decir, cuando el alfarismo abandonó el poder en la Capital, habían alrededor de 700 baches de importancia en San Miguel de Tucumán, según estudios de la Secretaría de Obras Públicas del municipio. Luis Lobo Chaklián, encargado del área, señaló que se volcarían unas 700 toneladas de material asfáltico para realizar el trabajo, que ya llevaba en noviembre del año pasado un 10% de desarrollo.
“La planificación tiene que ver con el tamaño y la gravedad de cada uno de los baches y lo que afectan a la transitabilidad vehicular”, dijo a la prensa en su momento. “Dentro de las cuatro avenidas no tiene que quedar ningún bache en esta primera etapa, para luego extenderlo por todo San Miguel de Tucumán”, había dicho Elio Cuozzo, secretario de Obras Viales. Esto significa que la gestión de Rossana Chahla no ha hecho otra cosa que arreglar los desaguisados del alfarismo.
Acerca del tiempo que llevará cubrir los pozos más importantes, el encargado de Obras Públicas manifestó que “los 180 días que dio la intendenta, Rossana Chahla, es una buena cantidad, esperamos llegar junto con esa fecha”. Y reconoció: “Lo más importante es que hay una planificación, una decisión política de darle respuesta inmediata a lo que hoy nos genera inconvenientes”.
De esta manera, queda más que claro el hecho de que en apenas cuatro meses de gestión, la administración actual cumple con lo prometido y la opinión pública refleja su satisfacción en cuanta encuesta se realice. Por lo que el contraste con el alfarismo es apabullante considerando que el ex intendente entregó el Municipio con la ciudad sumida en el total abandono y con, justamente, las calles detonadas como si pertenecieran a un paisaje destrozado por la guerra.
Eso, sin mencionar el hecho de que en la paupérrima administración alfarista, no sólo intervino la desidia y la inoperancia, sino, sobre todo, el desmanejo del erario público que no deja de salir a diario por medio de la auditoría que expone las irregularidades financieras de la gestión de Germán Alfaro al frente de la municipalidad de San Miguel de Tucumán. Lo lógico entonces es que se hiciera cargo el ex intendente.
Sin embargo, el dueño del circo no aparece y sólo atina a mandar a los payasos que le responden para tratar de esmerilar el comienzo de la gestión de la flamante intendenta Rosanna Chahla. No obstante, lo único que consigue cosechar es el rechazo de la opinión pública y se convirtió en el hazmerreír en la jornada de ayer tras la payasada obsecuente que publicó en sus redes sociales sobre el plan de bacheo actual. Lo cierto es que los papelones no son algo excepcional en Carlos Ale.
Por el contrario, parece ser algo habitual en él. Esto se debe a que decidió hacer uso político de la epidemia y criticar la gestión de la actual jefa municipal, Rossana Chahla, utilizando información nada certera sobre la proliferación del mosquito letal. Fue justamente en la previa de la votación de la partida presupuestaria que Ale realizó declaraciones imprecisas sobre el dengue. Información falsa cuya difusión puede ser contraproducente para la lucha contra el virus.
Es que el ex funcionario alfarista relaciono al dengue con la pobreza, algo que hace un tiempo fue desmentido de plano por organismos sanitarios internacionales y también por el Gobierno nacional. “En el tema del dengue la Municipalidad está totalmente ausente. No hay una coordinación con el sistema de salud de la provincia, no hay una programación sobre cómo se va a encarar a los barrios. El dengue es una enfermedad que viene de la pobreza. El vecino necesita hoy en forma urgente paracetamol, espirales, lo que sea para combatir la enfermedad”, señalaba el jueves pasado.
Y ampliaba sus razones para justificar su voto negativo. “Creo que tenemos cosas importantes que tiene el presupuesto, pero no las urgentes; el dengue creo que ya es un tema de Estado. Creo que hay que atender lo social, la Municipalidad no tiene un área que dé respuestas a la situación social. Hay gente que no tiene para comer, gente que ha sido bajada de planes nacionales, gente que ha perdido el trabajo, ¿cómo atendemos eso?”, insistió y criticó duramente los recursos asignados a la Secretaría Municipal de Ambiente que, entre otras cosas, tiene a su cargo la concientización y lucha contra el dengue.
En ese marco, cabe mencionar que, en cuanto a la primera afirmación de Ale, sobre la pobreza como origen del virus, el gobierno nacional dice lo siguiente: “Si bien determinadas condiciones como deficiencias en la red de agua potable y recolección de basura ponen en riesgo a los sectores sociales más humildes, el mosquito puede estar presente y transmitir estas enfermedades a todas las personas por igual”. Algo casi idéntico afirman desde la Cámara Argentina de Espacialidades Médicas.
“Cualquier lugar donde se acumule agua es propicio para que se reproduzca el Aedes Aegypti. Las deficiencias en la red de agua potable o en la recolección de la basura pueden generar condiciones propicias que pongan en riesgo a las poblaciones más vulnerables, pero el mosquito puede transmitir estas enfermedades a cualquier persona en cualquier lugar, sin importar la situación socioeconómica”. ¿Hasta cuándo intentarán desde el alfarismo poner palos en la rueda a la actual gestión?
