En medio de una epidemia de dengue sin precedentes en nuestro país, en las últimas horas se encendió el debate en torno a la vacuna contra esta enfermedad que transmite el mosquito Aedes aegypti.
La discusión técnica sobre la incorporación al Calendario Nacional de la vacuna TAK-003, del laboratorio japonés Takeda, está en pausa. No obstante, el Gobierno parece haber dejado en claro cuál es su postura: el vocero presidencial Manuel Adorni dijo que la vacunación por calendario contra el dengue aún no está validada como estrategia para evitar la propagación de la enfermedad. Además, señaló que no hay evidencia suficiente sobre su efectividad.
La vacuna conocida como Qdenga fue aprobada en abril del año pasado por la Anmat (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) para su comercialización local y se coloca en forma privada desde noviembre.
El contexto actual
En Tucumán, donde los casos aumentaron un 42% la última semana y se registran unos 291 contagios diarios, solo se puede acceder a la vacuna pagando aproximadamente el equivalente U$S 100 (cambio oficial). Algunas obras sociales están reconociendo entre el 40% y el 50% del valor de cada una de las dosis (son dos y se colocan cada tres meses).
fotos afp – siprosa
Al ser consultado sobre la vacuna, el ministro de Salud, Luis Medina Ruiz, dejó entrever que en este momento, en medio del brote actual, ya no sería tan útil incluirla en el calendario. “A pesar de ser una herramienta útil no es la mejor para controlar un brote de la enfermedad. En Tucumán tendríamos que vacunar a más de un millón de personas ahora y dentro de tres meses de nuevo. Hoy, en el marco de la epidemia, lo que más debemos hacer es eliminar los cacharros y criaderos de mosquitos”, sostuvo.
Por su parte, la infectóloga Aída Torres, directora del Centro de Investigación y Vacunas (Ceivac), opinó que la vacuna sí debería considerarse una herramienta fundamental. Y criticó que el Gobierno nacional haya puesto en duda la efectividad de la inmunización. Según remarcó, es una excelente vacuna, que sirve para todos los tipos de dengue (son cuatro). Según los estudios y pruebas, demostró reducir de un 80% a un 90% las hospitalizaciones por esta patología.
Precisó que Qdenga fue autorizada por varios organismos internacionales, no sólo por la Anmat. “Por ejemplo, recibió la aprobación de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) por artículo 58, que es un procedimiento destinado a facilitar el acceso de los pacientes a medicamentos esenciales o vacunas cuyo fin es el de prevenir o tratar enfermedades de gran interés para la salud pública”, remarcó.
Agregó que en un estudio llamado “Tides” se ha demostrado la inmunogenicidad, la seguridad y la eficacia de la vacuna. Se encuentra aprobada en la Unión Europea, el Reino Unido, Tailandia, Indonesia, Colombia, Argentina y Brasil, enumeró.
“Es una vacuna que tardó 100 años en llegar. Pero evidentemente, es un proceso natural del latinoamericano: cuando no había vacuna, la gente la pedía. Ahora que está disponible, empiezan a dudar”, señaló. “Hago un llamado de atención al público en general y a los políticos: dejen respirar a la vacuna, no la maten antes de que nazca. Es una herramienta que llegó para cambiar la historia del dengue. Es muy segura y efectiva porque brinda anticuerpos frente a esta agresión que no para más”, exclamó.
Según dijo, más adelante tendrán que ver la nación y las provincias cómo la pueden poner en el calendario nacional. “Estamos hablando de un problema de salud pública, pero la enfermedad no se comporta igual en todo el territorio argentino. Entonces, habrá que ver dónde y entre qué personas se hace necesario colocarla de acuerdo a estudios epidemiológicos que vayan saliendo”, concluyó.
El caso de Salta
Salta fue la primera provincia en colocar en forma gratuita la vacuna. La inmunización comenzó hace un mes, después de que el gobierno provincial adquirió las dosis. Se decidió colocar las vacunas a las personas de entre 25 y 39 años que residan en zonas donde la enfermedad es endémica. Se empezó por los departamentos de mayor riesgo, contó a LA GACETA el ex ministro de Salud de Salta y actual diputado provincial, Juan José Esteban.
Según dijo, es una herramienta más que se suma a la estrategia de control de dengue y que sirve para evitar el agravamiento del estado de la salud de quienes se infecten. Lamentó que se haya puesto en tela de juicio la efectividad de la vacuna. “Se ha demostrado su eficacia y fue aprobada por instituciones de Latinoamérica y del mundo, no sólo por la Anmat. Fue avalada en Europa y en Brasil, por ejemplo”, puntualizó.
Según el ex ministro, en el corto y en el largo plazo Salta empezará a ver los resultados de la inmunización. “Es una vacuna que va a dar mucha tranquilidad. Seguramente el impacto será sobre la mortalidad y las internaciones en terapia intensiva”, adelantó. Y añadió que para afrontar el dengue también hace falta que la ciudadanía se involucre más en la eliminación de cacharros que sirven para que el insecto transmisor del virus se críe.
El virólogo Adrián Díaz, del Instituto de Investigaciones Biológicas y Tecnológicas, aclaró que la vacuna no impide la replicación del virus; lo que hace es disminuir el impacto de la infección en el organismo. “Fue desarrollada para disminuir el impacto sanitario del dengue”, indicó-
Aunque no duda de la efectividad, Díaz no cree que tenga que ser obligatoria en todo el país porque el riesgo de dengue no es igual en las provincias del NOA que en las del sur. “Es una vacuna nueva y, si bien hay estudios y está autorizada, el Ministerio de Salud nacional suele ser bastante cauto con la implementación de inmunizaciones y prefiere tener un buen respaldo bibliográfico y de evidencia”, opinó. Y puso como ejemplo lo que ocurrió con la anterior vacuna de dengue que se autorizó en el país en 2017, pero que después de algunos episodios se presentó una actualización del prospecto que incluye una advertencia para aquellas personas que no han padecido la enfermedad. Actualmente, la vacuna Dengvaxia, que es muy efectiva, está indicada para personas con infección de dengue previa, precisó.
