El intendente de la Capital, Germán Alfaro, se mantiene en silencio desde las elecciones provinciales del domingo 11, en las que perdió el municipio en manos del oficialismo. Esto se debe al hecho de que todavía se encuentra haciendo el duelo tras haber perdido su bastión pero, sobre todo, a causa de que no es más que el propio intendente el único culpable de una derrota catastrófica para el alfarismo.
Sin embargo, se mueve en modo de campaña electoral para las Primarias de agosto. En ese marco, el líder del Partido por la Justicia Social encabeza una de las tres listas de precandidatos a diputado nacional de Juntos por el Cambio. Las otras dos son lideradas por José Ascárate y por Mariano Campero. En el caso de las nóminas de Alfaro y la de Ascárate, están alineadas al binomio presidencial de Horacio Rodríguez Larreta-Gerardo Morales.
Lo cierto es que, en el marco de esas PASO, Alfaro se reunió esta semana en Buenos Aires con Rodríguez Larreta. También participó Mariano Malmierca, tercer postulante a diputado de esa lista. Del encuentro se viralizó una imagen que, en la pulseada local, cobra fuerza. Según trascendió, se analizaron cuestiones formales de la campaña y el escenario electoral en Tucumán.
Pero no se trata más que de eufemismos porque, en verdad, la realidad es que Horacio Rodríguez Larreta eligió al perdedor d German Alfaro para su lista. Se trata de algo verdaderamente insólito a raíz de que el jefe de Gobierno porteño vuelve a apostar por el único candidato de Juntos por el Cambio que perdió en Tucumán. De esta manera, Larreta se coloca un salvavidas de plomo.
Uno que no parará hasta hundirlo debido a que el intendente saliente de San Miguel de Tucumán se reunió en Buenos Aires con Rodríguez Larreta para oficializar su alianza, algo que se conoce desde hace tiempo (fue Larreta el que convenció a Alfaro de bajarse de su candidatura a gobernador). Sin embargo, el porteño se siente culpable y quedó atado a una obligación que no hará más que enterrarlo.
Sobre todo, a causa del descaro de Germán Alfaro. Y es que, a pesar de que el intendente capitalino encarna la derrota más humillante en esta provincia, en el encuentro, el precandidato a diputado habría hecho un pedido particular: que su lista sea la única con potestad para ir “pegada” a la del jefe de Gobierno porteño y a la lista de postulantes al Parlasur, que lidera Elisa “Lilita” Carrió.
Esto atentaría contra los intereses de la lista de Ascárate, que, si se cumple con el pedido de Alfaro, debería competir con boleta corta. Desde el espacio del legislador aseguraron que “hay presiones” y que “es algo que debe resolver la Junta Electoral”. Se mostraron en contra del pedido de Alfaro, ya que “la ‘exclusividad’ es negarle votos a la fórmula nacional”, pero aclararon que respetarán lo que decidan tanto la Junta como el frente electoral.
Por lo pronto, antes de las 20, los apoderados de la lista presentaron la boleta completa, con los segmentos de presidente y vice y del Parlasur nacional. En las próximas horas deberá resolverse si Germán Alfaro tiene la exclusividad y puede explotar al máximo la figura de Horacio Rodríguez Larreta o si, por el contrario, deberá “compartir” el beneficio con la lista de los referentes radicales.
Lo que resulta el colmo de los colmos es la miserable pretensión de Germán Alfaro de pretender exclusividad cuando no tiene ningún derecho ni razón alguna para pedir, mucho menos exigir, algún tipo de beneficio cuando es el principal culpable no sólo de que el espacio de Juntos por el Cambio perdiera la capital tucumana. Sino también de haber sido el ancla que hundió a Roberto Sánchez y su posibilidad de convertirse en gobernador.
A pesar de ello, la polémica en puerta da cuenta acerca de que Germán Alfaro no quiere compartir con otra lista la boleta de Larreta en Tucumán. Y es que resulta todavía increíble que el intendente le haya pedido al precandidato a presidente ser el único “pegado” a su boleta, en detrimento de la lista que encabeza Ricardo Ascárate. Ni lerdos ni perezosos, los referentes radicales presentaron la boleta completa y aseguraron que respetarán lo que decida la Junta.
De esta manera, Germán Alfaro está decidido a ejecutar su venganza en contra de la UCR, tal y como adelantó Tucumán Despierta, ya que culpa al centenario partido de un supuesto corte de boleta en detrimento de su esposa, Beatriz Ávila, impidiendo que se ejecutara uno de los más claros ejemplos de nepotismo. Ya lo había adelantado a la prensa Enrique Romero, tal y como viene señalándolo este medio.
Nota aparte para Larreta, ya que es responsabilidad de él primero que Alfaro haya sido tenido en cuenta en un lugar especial a la hora de conformar la fórmula en la que secundó a Roberto Sánchez, al cual llevó a la derrota. Y, en segundo lugar, ahora se deja torcer el brazo nuevamente con tan sólo dar lugar a Alfaro a dar rienda suelta a su osadía de pretender ser el único postulante en desmedro de los dirigentes de la UCR.
Pero Larreta está a punto de cometer su tercer gran error en el caso de que en las próximas horas se confirmara que la lista de la UCR haya sido bajada, lo cual le daría la derecha al sector de Juntos por el Cambio que acusa al jefe de Gobierno porteño de ser un peronista encubierto y que su tibieza lo hace permeable a llevar al espacio opositor a la derrota en las próximas elecciones. ¿Qué hará entonces el alcalde de la Ciudad de Buenos Aires?
