La estación Pueyrredon de la línea D del subte porteño fue escenario de una situación tan insólita como desafortunada y milagrosa al mismo tiempo. Una mujer cayó a las vías justo cuando una formación ingresaba a la plataforma, luego de ser empujada, involutariamente, por un hombre que se había desmayado detrás suyo. Sin embargo, gracias al rápido accionar del maquinista, el tren frenó justo unos centímetros antes y evitó arrollarla.
Todo ocurrió en cuestión de minutos, durante la mañana del martes. Eran cerca de las 11 cuando un hombre, apoyado en una de las columnas de la escalera central de la estación, se descompensó y cayó al suelo.
Hasta allí podía tratarse de un accidente más en la vía pública, como los que ocurren todos los días. Pero cuando se desmayó, su cuerpo impactó al de una mujer que venía caminando por el andén, con tanta fuerza que la terminó arrojando hacia las vías.
La pasajera quedó tendida sobre los rieles justo cuando una formación ingresaba a la plataforma, lo que generó la desesperada reacción del resto de las personas que estaban en el lugar. La mayoría empezó a gesticular hacia al maquinista para que intente frenar la marcha del tren, mientras que otros usuarios prefirieron alejarse, impresionados, pensando que el cuerpo de la víctima podía ser arrollado.
Gracias a la ayuda de los pasajeros y la rápida respuesta del conductor del subte, la formación se detuvo justo unos centímetros antes de impactar contra el cuerpo de la mujer.
Inmediatamente, tres hombres descendieron a las vías para subir a la mujer al andén, donde fue asistida primero por efectivos de la Policía de la Ciudad y más tarde por personal médico. Toda la secuencia quedó registrada por las cámaras de seguridad de Metrovías.
