La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, brindó este viernes detalles sobre la captura de ocho familiares y colaboradores del narco ecuatoriano Fito Macías y aseguró que “la Argentina no será una guarida de delincuentes”.
Lo dijo este viernes, en una conferencia de prensa junto al ministro de Defensa, Luis Petri, el ministro del Interior, Guillermo Francos, y autoridades de la provincia de Córdoba, donde ocurrió el operativo.
En la conferencia de prensa, que inició al mediodía, se informó cómo fue el megaoperativo que intentaba averiguar si las personas que residían en un country de Córdoba eran los familiares del criminal. “Tuvimos una alerta por parte de las autoridades de Ecuador que la familia de Fito “estaba escondiéndose en la Argentina”.
De acuerdo a Bullrich, a partir de ese momento, comenzaron una operación en la que trabajaron con el Departamento Antiterrorista y con el jefe de la Policía Federal, el comisario Luis Alejandro Rollé. Además, también participó el equipo de la Secretaría de la Lucha contra el Narcotráfico.
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Ante la alerta del gobierno ecuatoriano, se empezó a trabajar en conjunto con Juan Pablo Quinteros, ministro de Seguridad de la provincia de Córdoba, quien ya había iniciado una investigación.
“Como nación estamos orgullosos que la Argentina sea un territorio hostil para una banda de narcotraficantes que podían venir a instalarse”, explicó. “Hay una decisión de expulsar a los delincuentes extranjeros”, agregó el ministro de Defensa, Luis Petri.
La ministra explicó que la esposa de Macías y sus hijos, junto a otros integrantes de su “clan”, habían venido a instalarse en un barrio privado en Córdoba el 5 de enero, tres días antes de la fuga de Macías de una prisión en Guayaquil.
Los familiares son la esposa de Macías, Mariela Peñarieta, de 48 años, y los hijos Michelle Macías Peñarieta (21 años), Ilse María Macías Peñarieta (12) y Lian Sejam Macías Peñarieta (4).
Tanto ellos como el resto de los colaboradores de la banda ‘Los Choneros’ aterrizaron este viernes en Guayaquil en un avión de la Fuerza Aérea Argentina (FAE) al que fueron embarcados pocas horas después de ser detenidos en un barrio privado a las afueras de la ciudad de Córdoba.
La crisis de seguridad que vive Ecuador fue desencadenada por la fuga de “Fito”, confirmada el 8 de enero, a la que siguieron motines en las cárceles, secuestros de policías y ataques con explosivos.
La espectacular toma por parte de hombres armados del canal TC en plena transmisión el pasado 9 de enero conmocionó al país, llevó al presidente Daniel Noboa a declarar un “conflicto armado interno” y ordenar una lucha sin tregua contra una veintena de bandas.
Una veintena de organizaciones siembran el terror en Ecuador e imponen su poder desde las cárceles, en represalia por las políticas de mano dura del gobierno para enfrentar a estos grupos, en un país que hasta hace pocos años era considerado tranquilo.
