El pasado día sábado, el Ministerio de Seguridad de Tucumán informó a través de las redes sociales que habían realizado una polémica detención en el municipio vecino a la capital, en Tafí Viejo: “Tras una investigación conjunta realizada por equipos de la Guardia Urbana Municipal y la Comisaría de Tafí Viejo Centro, detuvieron a los empleados de la municipalidad”.
“Con la colaboración de empleados de la Comisaría de Villa Carmela, sorprendieron a los acusados en un camino alejado de la ciudad, en el momento que pasaban el combustible de las máquinas en los bidones”. Cabe mencionar que, además, informaron que también secuestraron $100.000 y un auto.
Un caso parecido tuvo lugar cuando el Tribunal de Cuentas de Tucumán detectó una irregularidad en la carga de combustible en móviles de la Policía de la provincia, tras iniciar una investigación y determinar el hecho, por el que se multó a cinco oficiales por $1.800.000. El intento de estafa no llegó a concretarse, por lo que la investigación evitó el desembolso de unos $5 millones en nafta y gasoil que nunca fue cargado en los vehículos policiales.
Cabe resaltar que fue fundamental el uso de GPS en los móviles de la Policía. La metodología de control consistió en que la jefatura de Policía le entregaba a cada una de las unidades vales para cargar combustible; dicho vale quedaba para la estación, donde le entregaban un remito a la Policía.
En ese marco, detectaron algunas anomalías tras triangular los datos entre los GPS, los vales y los remitos. Había vehículos que nunca habían pasado por la estación de servicios y que figuraban como que se les había realizado esta carga. Cabe decir que, además de la multa económica a los policías involucrados, se inició una investigación judicial donde se verificará cuál es la competencia de estas estaciones de servicio que pretendían cobrar este dinero.
