En un lubricentro, una mujer esperaba pacientemente que le devolvieran su vehículo luego haberlo reparado. En un momento decidió continuar la espera en la entrada del local y utilizar su celular para hacer unas llamadas.
Desafortunadamente, no pasaron muchos minutos hasta que un motochorro se subió a la vereda y se lo arrebató. Ante la indignación del robo y sin medir las consecuencias, la mujer persiguió al asaltante y forcejeó con el para que se lo devolviera. Todo sucedió frente al Hospital Regional de Concepción.
“Mi impulso fue correr y agarrarlo. Lo ‘uñé’ en el cuello, le agarré la chomba bien fuerte para que suelte el teléfono y ahí se le cayó. Seguimos tironeándonos unos segundos más, después aceleró y se fue”, contó la víctima.
“Gracias a Dios pude recuperar mi celular pero si no lo hubiese agarrado unos segundo se hubiera ido tranquilo con mis cosas”, concluyó.