El presidente Alberto Fernández volvió a cargar contra la Corte Suprema al afirmar que tiene “un problema de funcionamiento muy serio”. Además, cuestionó al Fondo Monetario Internacional, al que acusó de intentar “imponernos un programa” en plena negociación de un nuevo acuerdo.
“Quiero ser respetuoso de las instituciones, pero también soy un hombre que respeta el estado de derecho y que entiende que la Justicia es uno de los tres poderes de la República. Hay algo que está funcionando mal. Que hoy todavía Milagro Sala esté detenida es que hay algo que está funcionando mal”, afirmó.
Según su visión, el Máximo Tribunal tiene “un problema de funcionamiento muy serio”.
Recordó que cuando fue reformado en 2003 por Néstor Kirchner “no buscamos jueces que fueran afines a nosotros. Así llegaron Elena Highton, Lorenzetti, Zaffaroni, Carmen Argibay, que fue tan importante, y se quedaron inclusive tres miembros que merecían todo nuestro respeto, que eran De Lucio, Petracchi y Carlos Fayt. A mí me parece que desde el momento que el gobierno de Macri propuso nombrar en comisión a dos jueces de la Corte, empezó a degradarse la credibilidad. Cuando uno mira el funcionamiento actual, el tema es muy preocupante”.
También cuestionó el fallo del Consejo de la Magistratura al que calificó como “asombroso” desde lo jurídico. “Un alumno de primer año sabe que una ley que ha sido derogada no puede nunca recuperar su utilidad por una sentencia. Necesita otra ley que la vuelva a poner en vigencia. Aquí la Corte hizo eso, dijo: “Declaro inconstitucional esta ley y por lo tanto dejo vigente la que el mismo Congreso derogó”. Esto es, en términos jurídicos… voy a utilizar la palabra asombroso para ser generoso“.
El presidente volvió a cargar contra la oposición al decir que “parece tener una especie de coto cerrado en la justicia”. Afirmó que cuando fue denunciado por el cumpleaños de su pareja, Fabiola Yañez, en pandemia, “nunca cuestioné al juez ni al fiscal que me tocó. Yo solo fui a responder como un ciudadano. Ahora, el esfuerzo que hacen los ex funcionarios del gobierno anterior para que solo los juzguen en Comodoro Py es llamativo”.
El ministro de Justicia, Martín Soria, y el Presidente, Alberto Fernández. Foto Enrique García Medina.
Finalmente, desligó sus cuestionamiento a los procesos que afronta al vicepresidenta Cristina Kirchner. “Lo que yo proponía nada tiene que ver con Cristina. La Corte Suprema jamás trató una queja de las 14 quejas que Cristina presentó, jamás. Cuando la justicia funciona mal, no es que funciona mal para un ex presidente o ex ministro, funciona mal para los ciudadanos. Cuando los despiden y hacen un juicio, si la Justicia no funciona bien, pierden. El problema de la Justicia es muy agudo y por eso hay que asumirlo, para que funcione como lo que es: un servicio”.
Los dichos del mandatario se dan luego de que su viceministro de Justicia apoyara la marcha para “echar” al máximo tribunal. “Me parece bien (la marcha)”, dijo Martín Mena y agregó que “toda expresión popular directa de la gente siempre la avalo y me parece sano y necesario que la gente se pronuncie y manifieste su opinión”.
Hace 10 días, el presidente de la Corte, Horacio Rosatti, había salido al cruce de las quejas de Mena y también le había pedido al Gobierno mantener un “diálogo institucional”, ante las reiteradas sugerencias para una reforma del máximo tribunal.
“Nosotros escuchamos al ministro con mucho respeto y atención. Hizo las manifestaciones que hizo y después las hizo públicas. Pero no nos hizo ninguna referencia a ningún expediente en particular porque en ese caso nosotros hubiéramos tenido que invitarlo a que se retirarse inmediatamente”, expresó Rosatti.
Juan Carlos Maqueda, Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti, los cuatro jueces de la Corte Suprema.
Y remarcó cuál es el principal inconveniente en el tribunal: “Nosotros necesitamos que lleguen menos causas a la Corte. Para eso cualquier reforma tiene que pensarse en términos de que los fallos de la Corte tengan obligatoriedad”.
Al ser consultado por Clarín sobre los pedidos de modificaciones que hizo Alberto Fernández, Rosatti destacó la importancia del diálogo “institucional”.
“Nosotros nunca llamamos ni convocamos al gobierno. Sí cuando somos convocados institucionalmente. Es probable que no seamos los que más sabemos sobre este tema. Es probable que los académicos sepan más. Pero sí nos parece que podemos aportar y mucho sobre el particular”, explicó.
En esa oportunidad, el titular de la Corte también apuntó a las “contradicciones” del discurso del Frente de Todos en torno a los cambios.
“Algunas ideas que uno lee o escucha son contradictoras. Por ejemplo, se dice que para que la Corte funcione más rápido –no sé cómo se puede lograr más de 18 mil causas por año en promedio- hay que ampliar la cantidad de miembros. Yo no opino que haya que ampliar o no, digo que si se amplía la cantidad de miembros va a funcionar más despacio. Eso es inexorablemente así porque la cantidad de ministros es inversamente proporcional a la velocidad”, señaló el juez.
Críticas al Fondo
En una entrevista radial con AM 750, el presidente Alberto Fernández afirmó además que el crédito que le otorgó el Fondo Monetario Internacional a la Argentina durante la gestión de Mauricio Macri es “incalificable” y que ahora el organismo “no puede exigir a la Argentina más de lo que puede dar”.
Sostuvo que el Gobierno sigue “firme buscando un acuerdo con el FMI que le convenga a la Argentina”, aunque advirtió que “es necesario seguir hablando”.
“Todo el mundo sabe que la Argentina está absolutamente impedida de afrontar ese pago. Seriamente, nadie piensa en el mundo que Argentina puede pagar 19 mil millones de dólares entre capital e intereses. Con lo cual es necesario seguir hablando y tratando de encontrar una solución con el Fondo”, afirmó.
Luego, agregó: “Nosotros insistimos en que el Fondo tiene una cuota de responsabilidad en lo que pasó. Además, durante la campaña, yo me reuní con Werner que era el negociador del Fondo y le expliqué cómo estaban fugando las divisas que le daban a la Argentina y eso fue público, porque hicimos un comunicado público. Aún así le dieron 5 mil millones de dólares más. Está claro que el Fondo tiene una responsabilidad clara”.
“La verdadera discusión que tenemos hoy con el Fondo es ver cómo debe ser el programa. Si es un programa como el que proponemos, que permite ordenar la economía pero hacerla crecer, y con la idea de que con el crecimiento vamos a afrontar los pagos o volver a la receta eterna del Fondo donde dicen: ‘Ajusten la economía, van a achicar la economía y van a tener que importar menos insumos para producir y esos dólares van a quedar para pagarme y con eso alcanza’. Para hacer eso, nosotros claramente no estamos. Por eso se demora la discusión. Claramente pensamos que hay que hacer un cambio de concepto.”
Y luego aclaró que aunque desde el organismo afirman que se analizará el programa que el país propone, “la verdad que lo que quiere es imponernos un programa. No estamos de acuerdo y seguimos del mejor modo, con la mejor vocación de encontrar una salida que a la Argentina le convenga”.
La CELAC y su viaje a China
Luego de que la Argentina fuera elegida por consenso para ejercer la presidencia pro témpore del bloque regional, el Presidente salió a callar algunas críticas sobre el organismo que incluye a Venezuela, Nicaragua y Cuba, pero excluye a Estados unidos y Canada, y tampoco a Brasil, ya que Jair Bolsonaro decidió retirarlo.
“Nosotros siempre expresamos la vocación de ser parte de un mundo multipolar, multilateral. Creemos que todos los países pueden vincularse entre sí y que cada uno lo hace de acuerdo a sus necesidades e intereses”, expresó Fernández.
Y dijo que presidir la CELAC, para él es “un honor”. “Es un organismo que une a todos los países de Latinoamérica y el Caribe, en un momento muy difícil del continente. Para mí es honroso”, reiteró.
Luego dijo que algunos medios y la oposición “están muy preocupados porque dicen que Cuba, Venezuela y Nicaragua son parte de la CELAC, pero también lo son el Chile de Piñera, el Ecuador de Lasso, Colombia de Duque, el Uruguay de Lacalle”.
“Ellos también son parte de la CELAC. Están muy preocupados porque qué van a decir que Alberto Fernández la preside. Cuando la presidió Sebastián Piñera no dijeron nada y nadie se rasgó las vestiduras“, se quejó.
Alberto Fernández en una reunión de la CELAC en Buenos Aires. Foto AFP.
Dijo que si algo tiene de bueno tal organismo es que es un lugar “donde se reúnen los países de América Latina y el Caribe, con el propósito de unir esfuerzos, con prescindencia de cada gobierno”, explicó.
“Sin inmiscuirnos en los gobiernos de cada país. No lo hacemos. No entiendo porqué están tan preocupados porque la CELAC la preside Argentina”, reiteró.
Luego dijo que le molestan las críticas de su viaje a China donde, según dijo, “no significa que rompa relaciones con Estados Unidos“.
“De la misma manera que cuando hablé con (Joe) Biden no rompí relaciones con China. Del mismo modo que cuando hablé con (Vladimir) Putin no me peleé ni con China ni con EE.UU”, siguió.
Y continuó con su explicación: “Cuando hablo con (Emmanuel) Macron no me peleo con Alemania, no sé en qué cabeza cabe que que el mundo funciona de esa manera. El mundo bipolar, que fue el de la Guerra Fría, se terminó hace mucho tiempo“, reiteró.
Por último, aseguró que Estados Unidos “es un país muy importante, una potencia en el mundo con el que tenemos que tener buenas relaciones y tratar de que el vínculo sea respetuoso y nos sirva a los dos”.
“Exactamente lo mismo tengo que hacer con China. No entiendo por qué ven un problema”, concluyó.