Y es que el contagio por conglomerado trascendió en las últimas horas a la ciudad de Lastenia para comenzar a transmitirse a otras localidades y municipios bastante alejados del este tucumano.
El alto nivel de contagiosidad qué tiene el virus surgido en China quedó en evidencia cuando se traza la cadena de expansión que experimentó en estos últimos días. Que un empleado de Lastenia que trabaja en la fábrica que tiene la panadería El Mundo en el centro de la ciudad de San Miguel de Tucumán, haya contagiado a una veintena de sus compañeros es apenas un ejemplo. Lo que vino después, es lo que mejor representa de qué se trata este virus.
La mitad de estos empleados viven en la ciudad de Las Talitas, ubicada al norte de Tucumán. Otro de ellos, habita en Famaillá y ya contagió a una mujer que vive allí también. De esta forma es que el virus se expande con una velocidad que las autoridades sanitarias no pudieron prever y que genera el riesgo de que distintos conglomerados urbanos se terminen sumando a lo que ya padece Lastenia. Lo que dejaría la provincia al borde del contagio comunitario.
El nerviosismo comenzó a apoderarse de los integrantes del Comité Operativo de Emergencia (COE). Lo cual queda evidenciado en la mañana de ayer cuando la ministra de Salud, Rossana Chahla visitó Las Talitas para ponerse al frente del operativo que tuvo lugar en este municipio. Dio a entender que lo sucedido en los últimos días se pudo haber evitado, pero no hizo ningún tipo de mea culpa. Por el contrario, hizo hincapié en la falta de responsabilidad de muchos tucumanos.
Adujo que en el breve recorrido que hizo por Las Talitas pudo comprobar que muchos vecinos no utilizan barbijo o tapabocas y que tampoco cumplen con el distanciamiento social. Más allá de la propia naturaleza que tiene el virus, está claro que alguna responsabilidad les cabe a los funcionarios gubernamentales. Sin duda existió un cierto relajamiento de parte de la gente, pero también es cierto que los controles dejaron de ser efectivos.
No son pocas las críticas que se le hace al gobierno provincial en las últimas horas. Y es que el nexo epidemiológico, en palabras de los propios integrantes del COE, lo constituyen los propios conductores de camiones. Por lo tanto, la pregunta que cabe es, si tenían tan claro que estos trabajadores del volante implicaban un riesgo para la población de la provincia, ¿Por qué no tomaron medidas más rigurosas en las fronteras?
[su_note note_color=”#0A8C06″ text_color=”#ffffff” radius=”10″ class=””]Y es que existen provincias en donde el propio gobierno se encargó de que a sus distritos sólo entraran los productos y mercaderías. Para ello, dispusieron de la logística necesaria para que los choferes de camiones no ingresen a la provincia, al tiempo que lo que transportaban sí lo hiciera. Por lo pronto, esta pregunta no fue hecha por parte de otros medios de comunicación, mientras tanto, los habitantes de Tucumán atraviesan estos días cargados de temor.[/su_note]
