Nada ha cambiado adentro de la carpa de José Luis Di Meglio, armada frente al hospital Padilla, desde que se conoció su historia: se instaló allí a fines de junio para velar por su hijo, que está en terapia intensiva luego de haber sido baleado cuando quisieron robarle su moto.
La precaria vivienda sigue ubicada en el boulevard Lavalle y Yoel continúa en estado delicado conectado a un respirador artificial. Aunque no esperan ayuda -confiesan que sólo quieren seguir la evolución del joven de 23 años-, desde el Estado provincial se acercaron para evaluar su situación.
“Una mujer vino para preguntar si teníamos planes sociales o algo así. Y nos dijo que fuéramos hoy a la siesta (por el miércoles) a una oficina que queda en Jujuy y Las Piedras”, comentó Alejandra Di Meglio, una de las hijas de José Luis (tiene ocho en total).
No tenía más detalles, ni nombres. En la dirección que señaló la joven se encuentra la sede de la Subsecretaría de Atención de Familias en Riesgo Social, que depende del Ministerio de Desarrollo Social. El área tiene como objetivos -según se publicó en el sitio oficial del Gobierno de Tucumán- ayudar cuando haya un problema grave de salud de los miembros de una familia, mejorar las condiciones materiales de vida de las personas vulnerables y atender a familias en situación crítica, entre otras cuestiones.
Sin abogado
Un brasero calefaccionaba la carpa al mediodía del miércoles, mientras José Luis charlaba con tres de sus hijos. La rutina diaria sólo se cortó con la llegada inesperada de periodistas de distintos medios y una visita que tuvo que hacer el padre de familia a los Tribunales, en barrio Sur.
“Fui allí porque necesitamos un abogado. Parece que soltaron a los cuatro jóvenes que estaban detenidos por el caso de mi hijo. Y no tenemos plata para contratar a alguien. Apenas tenemos para comer y seguir en esta larga espera”, se lamentó José Luis. La voz se le entrecortó más cuando confesó que todavía no ha podido ingresar a la terapia, porque no quiere ver a su hijo en esa situación: “hoy le hacían una traqueotomía. Aún no despierta. No quiero ver eso”.
El 27 de junio Yoel se juntó con unos amigos, luego de haber trabajado en la parrilla que tiene su padre sobre la avenida Juan B. Justo. Otros jóvenes intentaron llevarse su moto y le dispararon dos veces: una bala impactó en su cabeza, según relatan los miembros de la familia que viven en Villa 9 de Julio. Autoridades del hospital detallaron Yoel ingresó el 28 de junio y que presenta “una leve mejoría, conservando su estado reservado”.