En la ciudad de Yerba Buena, comienzan a definirse los postulantes a quedarse con el manejo de la administración municipal, a partir de que el año que viene el actual intendente, Mariano Campero, deje su lugar después de ocho años. Es en ese orden, que todos los vientos soplan en una misma dirección en lo que hace al peronismo de Yerba Buena con el concejal Alejandro Sangenis como gran protagonista.
Esto se debe al hecho de que el edil local sería el “elegido” por el gobernador de la provincia, Osvaldo Jaldo, para intentar arribar al poder de la “Ciudad Jardín”. De esta forma, queda claro que Alejandro Sangenis les saca ventaja a los otros candidatos del peronismo para recuperar la intendencia de Yerba Buena, luego de que el oriundo de la localidad de Trancas tendría decidido que el candidato del peronismo en Yerba Buena sea Sangenis.
En ese sentido, cabe mencionar que la decisión la habría tomado el propio Osvaldo Jaldo luego de que contemplara que el resto de candidatos del peronismo no estarían a las circunstancias. Y si para muestra basta un botón, es menester señalar que ese es el caso de Héctor “Pilón” Aguirre, quien tiene una imagen negativa de peso en la ciudad debido a que formó parte del gobierno municipal del alperovichista Daniel Toledo.
Y es que demás está decir que el vecino de Yerba Buena no olvidaría la gestión deplorable del intendente municipal. Esto se debe a que el ex gobernador Alperovich se hizo conocido por un estilo de vida opulento en una provincia pobre como Tucumán, una modalidad de trabajo basada en el abuso del poder tanto en el trato de los empleados como en el uso de los fondos públicos.
Pero también por una actitud grosera y pedante y un manejo del dinero para la compra de voluntades desmedido de parte de unos de los dueños de la política tucumana.
Pero eso no es todo, ya que el otro candidato que se perfilaba por el oficialismo provincial era Marcelo Albaca, quien también cometió el penoso error de haberse “unido” en una reunión con el alperovichismo. También hay que recordar, que el concejal Marcelo Albaca pertenece, desde el primer momento al manzurismo.
Al respecto, es necesario dar cuenta acerca de que cuando tuvo lugar la interna peronista del año pasado entre Osvaldo Jaldo y Juan Manzur. Por entonces, Albaca se puso del lado de Juan Manzur, en lugar de apoyar al oriundo de Trancas. Es por ello que el concejal Alejandro Sangenis llevaría la bendición del gobernador de la provincia para intentar hacerse con el poder de la “Ciudad Jardín”.
Además, en su momento, Marcelo Albaca, quedó manchado a causa de formar parte de un espacio que buscó “blanquear” la inmensa y profunda oscuridad que rodea a José Alperovich y que al mismo tiempo contamina a sus fieles lacayos, a cuyas filas ingresó Albaca. El mal asesoramiento político del hasta hace poco manzurista, derivó en esta espuria alianza con lo más rancio de la política tucumana que representa el alperovichismo.
Quien desde las sombras continua moviendo los hilos de sus muchos títeres. Albaca decidió formar parte ese circo que, lejos de generar risa, produce vergüenza ajena, la misma que echó por tierra su imagen luego del aquél recordado primer encuentro entre Albaca y Daniel Toledo en lo que terminó siendo el puntapié inicial para el supuesto comienzo de la unidad del peronismo en Yerba Buena.
Cuando, en realidad, se trató de una verdadera trampa con la excusa de consensuar ideas. Lo cierto es que en esa reunión estuvieron presentes viejos actores del alperovichismo. De esta forma, Marcelo Albaca echó por tierra lo que venía haciendo en materia de una gestión interesante en la ciudad. Y cayó en desgracia para el gobernador Osvaldo Jaldo, quien estaría definiéndose por el concejal Alejandro Sangenis para que el peronismo recupere el municipio de Yerba Buena.
