El intendente, Germán Alfaro (PJS-Juntos por el Cambio), encabezó durante el fin de semana un acto en Villa Chicligasta, al sur de la provincia. Y, en su discurso, el jefe municipal de San Miguel de Tucumán no dejó pasar una situación que le generó indignación en el marco de un nuevo día de furia y paranoia que vivió.
“No voy a bajar los brazos. ¿Y saben qué? Yo voy a venir cuantas veces sean necesario a Villa Chicligasta, para que venga la Policía y me siga sacando fotos, como lo está haciendo. Pero no me interesa”, cuestionó el intendente en un evidente estado de alteración que no hace más que denotar el nerviosismo que lo embarga.
El líder del PJS, en medio de los aplausos de los asistentes al mitin, enfatizó que “la función de estos muchachos, que son parte del pueblo, es protegerlos y cuidarlos a ustedes, no ir a demandar”. “Vayan y díganle a Mario (Castro, jefe municipal de Villa Chicligasta), a quien sea, a (Osvaldo) Jaldo, que aquí estoy yo, y voy a volver a venir acá”, exclamó Jaldo.
Y dejó en claro su enojo, al señalar: “Me da por las pelotas que hagan este tipo de cosas, todos somos tucumanos. El único objetivo que nos tiene que perseguir es el bien común”. En ese marco, El funcionario del Ministerio de Obras Públicas, Marcelo Caponio, recogió el guante y le contestó al intendente.
“Nadie sabe dónde está Alfaro, porque está solo. Alfaro se está quedando solo porque sus funcionarios leales están en Miami, y (Roberto) Sánchez con Jaldo en la Feria de Simoca”, ironizó Marcelo Caponio, en alusión al viaje del secretario de Obras Públicas del municipio, Alfredo Toscano.
“Que siga el intendente vacacionando junto a su gabinete lejos de los tucumanos. Su responsabilidad es el municipio de San Miguel de Tucumán, municipio donde sus vecinos viven cada día peor. El gobernador Jaldo está con quienes debe estar: al lado de los tucumanos, solucionando los problemas de la provincia”, remarcó Caponio.