Mientras el presidente electo Javier Milei define los casilleros para terminar de conformar su equipo, y el gobierno saliente prepara la retirada, la Argentina se está quedando sin precios. El país entra en una nueva fase de alta inflación. En primer lugar, porque este mes la escalada se aceleró. Noviembre puede terminar en torno al 12%, y el grueso de los consultores privados coincide en que el índice de diciembre será todavía más alto.
En segundo lugar, porque el nuevo gobierno, aun acertando con el plan de estabilización de la economía, sabe que va a convivir con un primer año de inflación todavía más alta. Varios economistas la estiman en torno al 300% para la totalidad del período. Y Milei, en algunos reportajes que dio en los últimos días, dejo entrever que su proyección para 2024 se ubica en esa línea.
¿Pero qué es lo que está ocurriendo ahora? Los supermercados decidieron aceptar aumentos por encima de Precios Justos y con subas de hasta el 20%. El día después del balotaje llegó la primera remarcación de 12%, y varios artículos de primera necesidad saltaron 20%. Los empresarios aseguran haber rechazado listas con remarcaciones de hasta el 50%.
Lo concreto es que todo se termina el 10 de diciembre. Ese día, con la asunción del presidente electo, se acaban los acuerdos de precios y las empresas están esperando para liberarlos.
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Atrasos en los dólares y también en los precios
El atraso existe en la mayoría de los bienes y servicios. Hay atraso en el precio de las naftas: un 70%. También en las tarifas, cuyos valores irán subiendo gradualmente, según estimó Milei.
Existe, en definitiva, atraso en los diferentes valores del dólar: el dólar futuro se está negociando en torno a $800 para diciembre, con lo cual los operadores del mercado descuentan que habrá una devaluación del tipo de cambio oficial, que actualmente está en $360.
Esta semana el MEP cruzó por primera vez la barrera de $1000, y el dólar tarjeta fue llevado a $950, con lo cual es inevitable un traslado a precios. Lo que los economistas suelen llamar sinceramiento.
Entre el alza proyectada para las últimas semanas, las expectativas de una mayor inflación y el reacomodamiento de los valores del dólar, la resultante es una Argentina que se queda rápidamente sin precios.
¿Significa esto que el país corre riesgo de ir hacia la hiperinflación? Si se desarma correctamente el stock de Leliq -como proyecta el propio Milei-, podría evitarse el escenario tan temido. Pero a esta altura nadie duda que la Argentina está subiendo un escalón en el nivel de inflación, abriendo camino hacia una nueva fase más alta que en el último año.
