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El municipio inviable que Germán Alfaro dejará a la nueva gestión

El estado actual del servicio de transporte de pasajeros, con concesiones vencidas y unidades en deterioro es apenas una muestra del lamentable estado en la que la administración del intendente capitalino dejará a Rossana Chahla gracias a la permisividad de un Concejo Deliberante cómplice de los desaguisados alfaristas

German Alfaro
Descacharreo

En la semana que se fue para jamás regresar, los dueños de las empresas de colectivos de Tucumán presentaron formalmente el pedido para elevar el boleto mínimo de los actuales $120 a $504 al Concejo Deliberante de San Miguel de Tucumán. Esto representaría un incremento del 320% apenas unos meses después de que el mínimo subió de $84 a $120 en agosto pasado.

La Asociación de Empresarios del Transporte Automotor de Tucumán (AETAT) presentó mediante nota escrita dirigida al presidente del Concejo, Fernando Juri, requiriendo “la urgente actualización de los valores tarifarios de nuestra actividad”. Esto ocurrió tras una reunión con las autoridades de Unión Tranviarios Automotor (UTA) en la que se acordó el pago desdoblados de los salarios (viernes y lunes) y se desactivó un nuevo paro del servicio de transporte público.

Fumigación y Limpieza

La intendenta electa, Rossana Chahla, recibió el informe que le pidió a la gestión saliente de Germán Alfaro mediante nota escrita respecto del estado del servicio de transporte público de pasajeros en la Capital. Del reporte se desprende que las 14 líneas urbanas que prestan servicio cuentan con un total de 414 unidades: de este conjunto, el 33%, es decir, 137 unidades, superan la década de antigüedad.

Movilidad Urbana
Rossana Chahla
Rossana Chahla

Algunos de estos colectivos son modelos del año 2008, lo que implica que han acumulado 15 años de servicio. Otros vehículos cuentan con 12, 13 y hasta 14 años de antigüedad. A pesar de algunos intentos por incorporar unidades nuevas, el promedio de antigüedad sigue siendo de 9,2 años. Se destaca en este marco la Línea 3 (Cerro Pozo UTE) como la que posee el parque automotor más antiguo, con una flota de 26 coches que alcanzan los 15 años de antigüedad.

Le sigue la Línea 8 (El Rayo Bus SRL) con un promedio de 10,7 años entre sus 23 coches. También superan la década la Línea 1 (El Galgo SRL) con 17 ómnibus y la Línea 9 (Gral. Belgrano SRL) con 30 vehículos. Por su parte, la flota más moderna pertenece a la Línea 12 (Cerro Pozo UTE), con un promedio de 6,1 años en sus 40 coches.

La Línea 19 (ByV Transportes SRL) se destaca con 25 unidades y un promedio de 6,5 años. A pesar de contar con colectivos con 12 años de antigüedad, esta línea también incorporó casi una decena de vehículos nuevos en 2022. El informe también revela que de las 414 unidades solo 340 cuentan con validadoras de tarjetas (Ciudadana y Metropolitana).

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Apenas 44 colectivos disponen de rampas para sillas de ruedas (10%) y 172 están equipados con aire acondicionado (41%). Se valora en el mismo que todos los vehículos de las 14 líneas cuentan con dispositivos de geolocalización (GPS). Vale señalar que la ordenanza de Transporte de San Miguel de Tucumán (N° 400, de 1979) establece que la flota no puede tener una antigüedad superior a los 10 años. 

En 2015, se fijó la obligación de que todas las unidades nuevas sean climatizadas (ordenanza N° 4.766). En aquel entonces se otorgó un plazo de 10 años (2025) para que toda la flota esté adaptada a las altas temperaturas del verano tucumano. La intendenta electa también recibió el recorrido detallado de cada línea con un mapa del calor que indica las paradas más utilizadas.

Además, el informe señala que las 14 líneas del servicio público de pasajeros tienen la concesión caducada, lo que indica que la explotación del servicio se realiza de manera precaria hasta que se adjudique la concesión a través de licitación pública o hasta que la Administración disponga lo contrario.

En ese marco, no son pocos los que aseguran que fue insulsa oposición que ha tenido Germán Alfaro durante su gestión: Y es que, si para muestra basta un botón, bien podría decirse que con toda la experiencia que tiene encima sumada a toda la trayectoria que posee, por ejemplo, Fernando Juri, ¿Cómo es que no tuvo lo que hay que tener para ser verdadero opositor?

¿De decirle a Germán Alfaro: ‘¿Te vas después de 8 años de viva la joda con la guita? ¿De acá no te vas sin presentarme un informe, sin saber en qué se gastaron los 70 mil millones de pesos del presupuesto?’. Lo cierto es que el Concejo Deliberante no funciona. No hay oposición de ningún tipo.

Son todos amigos de Fernando Juri que arreglan, que se dan la mano, que tienen unanimidad para todo. Y acá queremos remarcar algo verdaderamente llamativo sobre dirigentes y funcionarios que no parecen importantes a la hora de votar, pero después son determinantes en el día a día.

En la elección provincial uno piensa en la dupla gobernador-vice, y no le lleva el apunte a los legisladores ni mucho a los concejales. El tema es que son fundamentales por un montón de motivos, pero acá no hay oposición y el intendente Alfaro, desde hace 8 años, no da explicaciones de ningún tipo. Viene haciendo lo que quiere.

No blanquea ningún número, no sabemos en qué se gasta el presupuesto; cómo están los negociados con los empresarios que cada vez toman más lugares en la ciudad, pero no pagan nada a la vez, no sabemos si hay una ordenanza regulando eso; es decir, en torno a la Municipalidad no se sabe nada.

Y el que debiese actuar en ese caso es el Concejo, el que le diga a Alfaro: ‘¡Pará, loco, pará! ¡Tené un límite! Presentá esto, mostrá esto y luego lo blanqueo a la ciudadanía’. Esto no pasa. Cuando se los escucha a ellos, a los Eduardo Verón Guerra, por ejemplo,  parece que son funcionarios más experimentados y que más trabajan de las Naciones Unidas.

Se escuchan declaraciones como que presentó 175 proyectos y no son nada, son la nada misma. Presenta proyectos para resolver las infancias tucumanas. Lo cierto es que no le compete las infancias tucumanas a Verón Guerra. A él le compete lo que pasa en la Ciudad.

Para eso está el Gobierno provincial, la Legislatura provincial, no el Concejo Deliberante. Verón Guerra se tiene que ocupar de los problemas de la Ciudad, de las plazas, del tránsito, de la recolección de residuos. Usted no sabe ni la competencia de su trabajo. La Ciudad se ocupa de algunas cosas y Verón Guerra presenta cosas como si fuera legislador.

Eduardo Verón Guerra
Eduardo Verón Guerra

Es gravísimo lo que ocurre con el Concejo Deliberante. El 12 de octubre va a sesionar por tercera vez en el año. Trabajan tres veces al año, con las comisiones seis veces al año. Todo lo que es oposición, los Fernando Juri, los Mizrahi, los Nagle, todo pareciera una complicidad con todo por Juntos por el Cambio.

Que el intendente presente un balance económico del presupuesto 2023, cuántos empleados metieron en planta en los últimos tiempos, la ciudadanía quiere saber cuántos son, quiere saber el dato. Porque esos 70 mil millones de pesos del presupuesto no son de los concejales, son de los vecinos de San Miguel de Tucumán que merecen respeto. 

Es una vergüenza que el Concejo Deliberante diga a todo: ‘Sí, sí, sí’. Que no tenga oposición, que el presidente del Concejo Fernando Juri lo destaquen como un hombre de diálogo, de experiencia, pero la verdad, Fernando Juri, con la trayectoria política que tiene, con la cercanía al gobernador, ¿No tiene lo necesario para ser verdadero opositor?

¿De decirle a Germán Alfaro: ‘Te vas después de 8 años de viva la joda con la guita, pero de acá no te vas sin presentarme un informe? ¿En qué se gastaron los 70 mil millones de presupuesto’? “Encima cuando escuchamos a los concejales parece que son Joe Biden, parece que son Jefes de Estado de los principales países. Eduardo Verón es Angela Merkel.

No nos jodan más, pónganse a laburar, es indignante lo poco que trabajan. Pónganse a trabajar aunque ya están en salida. Al Concejo que entra les pedimos: ‘Por favor, no sean iguales. No voten a Juri como presidente. No voten a un dialoguista que ya está de salida y no quiere problemas con nadie.

Es una situación dolorosa lo que pasa en el Concejo Deliberante de San Miguel de Tucumán. En ese marco, cabe mencionar que el concejal electo de San Miguel de Tucumán, José María Franco, puso el foco en la transición en el ámbito municipal, y acusó a la gestión de Germán Alfaro (JxC) de tratar de perjudicar a la administración peronista que comenzará en tres semanas.

“Nos vamos a encontrar con un municipio con muchos problemas. Por las acciones del actual intendente, corren riesgo el servicio público de transporte de pasajeros, el Sutrappa, la recolección de la basura… son todos temas que el actual intendente abandonó, y son problemas que está generando para dejar un municipio totalmente inviable a la futura intendenta, Rossana Chahla”.

Así lo aseveró Franco. El dirigente justicialista consideró que los ocho años de alfarismo estuvieron marcados por “el oscurantismo y el secretismo en el Departamento Ejecutivo municipal” (DEM). “No es casualidad que en los últimos dos meses no tengamos semáforos funcionando; que se estén apagando las luces (en la vía pública); que se hayan olvidado las plazas; que se haya dejado de arreglar las calles”, enumeró.

Y aseveró que el próximo año se deberán reemplazar 80.000 luminarias. “Creo que todo eso es intencional”, enfatizó. Franco aseguró que “los esfuerzos de Germán Alfaro de planificar un mal inicio de gestión de Rossana Chahla van a hacer en vano”. Pero insistió con que está “preocupado por la falta de información”.

Y mencionó los “rumores de que la planta del Ejecutivo municipal” fue ampliada “de una manera desmedida”. “Creo que el actual intendente está jugando con las ilusiones de la gente. Es muy difícil que queden. Si el municipio tiene planteados (en el presupuesto) hasta 4.300 empleados y nos encontramos con 6.000… y, el municipio tiene que tener 4.300 empleados”, advirtió.

También cuestionó las contrataciones llevadas adelante por Alfaro, entre ellas, el Mercado del Norte y el estacionamiento pago, sistema al que calificó como “una buena idea, aunque su implementación estuvo llena de irregularidades”. “Había una empresa de Buenos Aires que se llevaba toda la plata, y los empleados municipales trabajaban para esa firma de manera encubierta”, apuntó. Y aseguró: “ese tipo de cosas no van a pasar con Rossana”. Aquello que sí sucedió con Alfaro.

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